Química

Nicotina – Los efectos de la Nicotina

Publicado por Mónica González

La nicotina altera la forma en como el cerebro y el cuerpo funcionan. Los resultados de esto son un tanto paradójicos: la nicotina puede tanto estimular cuanto relajar un fumador, dependiendo de con cuanta frecuencia el fuma.

 

Este efecto bifásico no es poco común. Mas allá de que las acciones de la nicotina y del etanol en el cuerpo sean muy diferentes, también es posible ver efectos que dependen de la dosis cuando se ingieren bebidas alcohólicas.

El primer vaso puede disminuir las inhibiciones y dejar a la persona “alegre”, pero luego de varios vasos, las personas normalmente empiezan a quedar sedadas.

La nicotina en el Cuerpo

La nicotina inicialmente causa una rápida liberación de adrenalina, la hormona de reacción de “lucha o fuga”. Si se ha sufrido un susto en medio de una película de terror, o se ha estado nervioso corriendo para llegar con el plazo de la entrega de un trabajo escolar, se estará bien familiarizado con los efectos de la adrenalina:

  • Frecuencia cardíaca acelerada
  • Aumento de la Presión Arterial
  • Respiración rápida y superficial

La adrenalina también le dice al cuerpo para liberar en sangre parte del stock de glucosa. Esto toma sentido si uno recuerda las acciones de fuga o lucha, que fue creada en nuestra genética par que podamos defendernos ante situaciones de peligro o reacción, requieren mucha energía para abastecer los músculos.

La nicotina también puede bloquear la liberación de la Insulina. La insulina dirige las células para que retiren el exceso de glucosa de la sangre. Esto significa que la nicotina deja a las personas algo hiperglicémicas, con más azúcar que la normal en su sangre. Algunas personas sienten que la nicotina también inhibe el apetito y por eso el cigarrillo lo toman como una “dieta” (para nada recomendable) pero la hiperglicemia puede ser causa de la falta de apetito. El cuerpo y el cerebro pueden percibir el exceso de azúcar y disminuir las hormonas y otras señales que son percibidas por nosotros como hambre.

La nicotina puede también aumentar levemente la tasa de metabolismo basal. Lo que significa que solo por estar sentada la persona quema más calorías que normalmente.

Sin embargo, perder peso debido al cigarrillo no trae ninguno de los beneficios de salud que se tendrían si esa pérdida de peso se diera con ejercicios físicos y dieta adecuada. En verdad lo que ocurre es lo contrario, a largo plazo la nicotina puede aumentar el nivel del colesterol en sangre, el colesterol malo, o LDL, que daña las arterias. Esto aumenta la probabilidad de infartos, derrames y un sinfín de afecciones EVITABLES.