La Efedrina
El elemento químico efedrina es un alcaloide derivado de un arbusto de la familia Ephedraceae, que contiene no menos de 1,25% de alcaloides bajo la forma de efedrina. La efedrina está relacionada de cerca a las metanfetaminas y otras fenetilaminas.
Es un estimulante que actúa en el sistema nervioso central y es ampliamente utilizada como descongestionante en el tratamiento contra el asma.
Se encuentra bajo la forma de gránulos o cristales blancos que se descomponen en la presencia de luz, debiendo ser almacenada en frascos opacos.
Es soluble en agua, alcohol, cloroformo y éter. Posee actividad alfa y beta-agonista con capacidad de aumentar la liberación de norepinefrina de las neuronas simpáticas. Es una droga que estimula el aumento de la frecuencia cardíaca y el débito cardíaco, e invariablemente aumenta la resistencia periférica, de esta forma puede elevar la presión arterial.
La activación de receptores b-adrenérgicos en los pulmones, promueve broncodilatación. Además de ello, la efedrina es un potente estimulante del sistema nervioso central (SNC), siendo que luego de su administración oral, sus efectos pueden perdurar por varias horas.
Es eliminada a través de la orina en forma íntegra, teniendo una vida promedio de aproximadamente 3 a 6 horas.
El extracto vegetal de Ma-Huang ha sido utilizado centenas de años por los chinos, primariamente para el tratamiento de la indisposición provocada por la fiebre tifoidea, dolores articulares, tos, hinchazón de los tobillos, asma y contra los síntomas de la gripe y los resfriados.
Es hecho hoy en día, varios medicamentos que descongestionan y otros que actúan contra los síntomas de la gripe, contienen efedrina. Sin embargo, su uso con la finalidad de controlar el peso o aumentar la “energía corporal” han crecido dramáticamente, conforme podemos observar en las estanterías de tiendas de suplementos, donde la mayoría de los productos para control de peso contienen efedrina.
De hecho la efedrina, entre otras, parece ser una droga que presenta el mejor efecto en la producción del aumento del gasto calórico a través del proceso denominado como termogénesis (producción de calor), que de forma grosera significa quemar grasa para producir calor.
En otras palabras, con la ingestión de efedrina, ocurre un aumento del metabolismo que por su parte aumenta la temperatura corporal central.
Esto acelera el gasto calórico, que facilita la pérdida de grasa corporal. De forma científica, la efedrina interactúa con los receptores b-adrenérgicos presentes en la superficie de los adipocitos (células que almacenan grasa bajo la forma de triglicéridos). Esa interacción entre el agonista b-adrenérgico (efedrina) y los receptores adrenérgicos presentes en al superficie de la célula de grasa y que darán inicio a una secuencia de eventos, dentro de la célula, darán resultado en una mayor lipólisis, o sea, quema de grasas.
Un lado considerado benéfico para practicantes de actividad física con la suplementación combinada de efedrina, cafeína y aspirina y el “sentimiento” del aumento de la energía y disposición para la práctica de actividades físicas, pudiendo llevar al individuo a soportar el aumento de intensidad del esfuerzo.
Además de ello, esa combinación parece ejercer un gran efecto de supresión del apetito, considerado benéfico para aquellos que pretenden disminuir la ingesta calórica con el objetivo de pérdida de peso.
Sin embargo, aún tomando las debidas precauciones, el uso de estas substancias debería obedecer algunas reglas para evitarse el efecto de exposición crónica, que tiene como consecuencia la saturación de los receptores b-adrenérgicos.
Esto implica la disminución de la sensibilidad a la droga (efedrina y cafeína), haciendo con que el individuo aumente la dosis ingerida.