Química

La Ayahuasca

Publicado por Mónica González

La ayahuasca es una infusión vegetal psicoactiva de la amazonia. Típicamente provoca poderosas visiones así como alucinaciones en todas las demás modalidad de percepción.

El efecto alcanzado por la ayahuasca es debido a un proceso bioquímico natural que ocurre en el cerebro. Normalmente las neuronas, liberan neurotransmisores para que los impulsos nerviosos pasen de un lado hacia el otro cargando información.

Uno de esos neurotransmisores es la serotonina. Pero cuando existe mucha serotonina, entra en acción una enzima, la monoxidasa, que destruye las moléculas para garantizar el equilibrio neurológico.

La ayahuasca coloca al cerebro en estados ampliados de vibración, trabajando de forma óptima y así, la persona alcanza estados elevados de conciencia. La ayahuasca no es una droga, no crea dependencia, no provoca estados de alucinación desequilibrados, ni existe pérdida de la conciencia, por el contrario, el sentimiento es de total control, mayor lucidez mental, control del cuerpo, se sabe perfectamente donde se está y el objetivo de la experiencia, que debe siempre estar orientado por un dirigente responsable a través de un grupo de personas calificadas.

Cerca de 20 minutos luego de la ingestión de la ayahuasca, la conciencia se altera, cambiando las ondas cerebrales. Normalmente ocurre una reducción de la frecuencia respiratoria, disminución del metabolismo, de la presión sanguínea, cambio en el pH, etc y con ello aumenta la sensibilidad auditiva, olfativa, de la visión y el tacto.

En este nivel de capacidad paranormal, aflora espontáneamente despertando las neuronas, aumentando la capacidad intelectual y creativa.

A veces se aprecia un estado llamado “limpieza” que es el nombre dado al proceso de de-codificación de antiguas corazas musculares y psíquicas.

El resultado es la pacificación gradual de la personalidad y de la mente, disminuyendo la ansiedad y el miedo, equilibrando el sistema nervioso – razón y emoción – permitiendo de esta forma que el cerebro pase gradualmente a estados Beta (actividad normal) hacia ondas Alfa (relajación) y llegando a los profundos estados Theta, donde ocurren las experiencias de éxtasis místico espiritual.

Estas experiencias generalmente se asocian a insights personales, idealizaciones intelectuales, reacciones afectivas y experiencias espirituales y místicas profundas.

Diversos estudios realizados por las entidades que comparten la ayahuasca certifican que los usuarios se vuelven personas equilibradas, con salud óptima y memoria, que poseen facilidad de aprendizaje, mayor paz de espíritu, un profundo respeto por la naturaleza y buscan de forma equilibrada promover la paz y la armonía.

También se observan alteraciones de los parámetros básicos de la experiencia – identidad personal, conexión con el mundo exterior, temporalidad y los sentimientos de significación. En el pasado la ayahuasca era uno de los pilares centrales e varias culturas tribales de la amazonia.

Hoy la infusión aún es un instrumento común de los curanderos en toda la región. Además de ello, en el paso del siglo XX, se construyeron a lo largo del mundo, grupos religiosos sincréticos en los cuales las tradiciones indígenas relativas a la ayahuasca se combinan con elementos culturales no indígenas – cristianos y otros.

El estudio cognitivo-psicológico de la ayahuasca

Prácticamente toda la investigación científica sobre la ayahuasca está dividida en dos categorías: la de las ciencias naturales – botánica y entobotánica, farmacología, bioquímica y fisiología del cerebro y la de las ciencias sociales – lógicamente con mayor peso la antropología.

Aparentemente ninguna de las dos corrientes va al centro del tema. Ambas líneas de investigación consideran a la ayahuasca, por así decirlo, como algo exterior.

Evidentemente la ayahuasca no sería conocida por Occidente si no fuesen las aventuras intrépidas de los botánicos y antropólogos. Pero los efectos especiales de la ayahuasca una vez que fueron descubiertos, no han podido ser rotulados como botánicos o antropológicos.

Estos efectos involucran experiencias subjetivas de las personas. Por tanto, el punto de sustento es que los verdaderos problemas asociados a esta infusión no tienen que ver con el cerebro, ni con la cultura sino con la mente humana.