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Coloides hidrófobos

Publicado por Mónica González

Un coloide es un compuesto químico en el cual pequeñas partículas de una sustancia se encuentran dispersas en un medio dispersante, sin estar disueltas, sino solo en suspensión.

Por ejemplo, en el caso de una nube, el medio dispersante sería el aire, en estado gaseoso, y las partículas dispersas son de agua en estado líquido.

En el caso del humo o el polvo, las partículas dispersas son sólidas.

También existen fases dispersantes líquidas o gaseosas con partículas dispersas líquidas,  o también  sólidas o gaseosas, (como leche, mayonesa, aerosoles, espumas,  etc)

Las partículas dispersas se llaman micelas. Las micelas son muy pequeñas, no se ven con microscópico óptico,  e interactúan con el medio dispersante de diferentes maneras, dependiendo de ciertas variables. Por ejemplo,  tomemos una micela con una larga cadena apolar de hidrocarburos y un extremo polar, dispersa en agua. Los extremos polares formarán enlaces de hidrógeno con las moléculas de agua, mientras que las cadenas apolares se orientarán hacia el centro de la micela, sin entrar en contacto con el agua.

Cuando el medio de dispersión es el agua, se puede hablar de coloides hidrófobos o hidrófilos, dependiendo de la afinidad de las micelas con el medio dispersante.

Propiedades de los coloides hidrófobos.

La clasificación de los coloides en hidrófilos e hidrófobos no es absoluta, dado que algunos soles (partículas sólidas dispersas en un medio líquido) se sitúan en un grupo intermedio; de todas maneras  esta clasificación resulta útil para estudiar sus propiedades.

El comportamiento de los coloides  hidrófilos e hidrófobos es muy distinta, dependiendo de diferentes variables como ser: viscosidad, presión oncótica, tensión superficial y estabilidad de cada uno de ellos.

En los coloides hidrófobos la viscosidad y la tensión superficial es similar en las partículas dispersas y en el medio dispersante. Esta característica, sumada al pequeño tamaño de las micelas, causan un efecto Tyndall (distinción óptica entre las fases dispersa y dispersante) muy marcado. El efecto Tyndall es usado para diferenciar disoluciones verdaderas de coloides. En estos últimos, las micelas dispersan la luz recibida y se pueden observar sus movimientos desordenados, en forma de zig-zag, es  movimiento Browniano.

La estabilidad de estos coloides depende de la carga eléctrica de sus micelas, que son de un mismo signo, y se mantienen en solución por repulsión continua. Cuando una dispersión coloidal se coloca entre dos electrodos, se somete la misma a un campo eléctrico, y las micelas migran hacia uno de los electrodos, dependiendo de la carga eléctrica que tengan. Este fenómeno se llama electroforesis.

La precipitación de un coloide hidrófobo es irreversible, dado que una vez que las micelas han precipitado, no pueden ser dispersadas nuevamente. Para precipitar una partícula coloidal hidrófoba, se debe agregar a la solución un electrolito de carga contraria a la micela, neutralizando dichas cargas.  También puede precipitarse un coloide hidrófobo con otro coloide, siempre y cuando las micelas de ambos sean de cargas eléctricas contrarias, y la mezcla se realice en las proporciones adecuadas.