Absortividad
La absortividad de una solución es la cantidad de luz que ésta es capaz de absorber. Es la relación entre su absorbancia y la concentración de la solución por la longitud de la celda en la cual se halla dicha solución, ya que ésta es la trayectoria que la luz debe atravesar.
La absortividad es directamente proporcional a la conductividad del soluto presente en la solución absorbente.
Otros nombres dados anteriormente para absortividad son: constante de absorción, índice de absorbancia o coeficiente de absorción
Si la concentración de la solución está expresada en moles por litro, entonces estaremos hablando de absortividad molar. Si la concentración está expresada en gramos por litro, entonces tendremos como resultado la absortividad específica de la solución.
La relación entre una absorbancia medida en una determinada solución, y su absortividad está determinada por la siguiente expresión:
A = a·b·c
Donde A es la absorbancia medida, a es la absortividad, b la longitud de la cubeta en la que se halla la solución y c la concentración de la solución.
Podemos conocer la absortividad de determinada solución, si sabemos su concentración, la colocamos en una cubeta transparente de cierta medida conocida y medimos su absorbancia a determinada longitud de onda, mediante un espectrofotómetro.
Este instrumento hace incidir una cierto haz de luz, con determinada longitud de onda y una cierta concentración, de manera transversal a la cubeta en la cual se haya la solución. Los solutos absorben una cierta cantidad de luz y la luz que logra travesar la solución se mide al otro lado de la cubeta. De esta manera se mide la absorbancia de una solución.
Estos conceptos son muy utilizados en algunas técnicas de química clínica, que se utilizan para determinar la concentración de colesterol, triglicéridos, glucosa, entre otros metabolitos, en sangre. Se hace reaccionar estas sustancias presentes en suero o plasma, con determinados compuestos químicos, de manera de obtener una solución coloreada. Luego se procederá a medir la absorbancia de la solución coloreada. A mayor absorbancia, mayor será la concentración del metabolito estudiado.
Previamente se ha realizado una curva de calibración, donde se utilizan soluciones de concentraciones conocidas y se mide la absorbancia de dichas soluciones. Cuando midamos la absorbancia de la muestra problema, nos referiremos a esta curva para determinar la concentración de la muestra estudiada.
Supongamos que tenemos una muestra de plasma en la cual se quiere medir la concentración de glucosa. Contamos con una muestra de concentración conocida de glucosa. Haremos cuatro diluciones de esta muestra. Realizamos el procedimiento de agregar los reactivos que formarán el compuesto coloreado, a partir de la glucosa presente en la muestra, para la muestra problema y para las de concentración conocida. Luego tomamos la solución más concentrada, y buscamos en el espectrofotómetro cuál es la longitud de onda de luz para la cual la solución presenta mayor absorción. Cuando encontramos dicha longitud de onda, medimos las cuatro diluciones de solución de concentración conocida y realizamos la curva de calibración.
Tendremos que a cada concentración conocida corresponde una determinada absorbancia, y la gráfica absorbancia-concentración obtenida será una recta (al menos hasta cierto punto, llamado linealidad de la técnica). Por último medimos la absorbancia de la muestra problema, y nos fijamos en la gráfica a qué concentración corresponde.
Todo este procedimiento es automatizable, es decir, aparatos automáticos, que tienen las técnicas y las curvas de calibración incorporadas en el software pueden realizar casi todo este trabajo automáticamente.