Química
Inicio General, Propiedades Yodo: propiedades y obtención

Yodo: propiedades y obtención

Publicado por Ángeles Méndez

El yodo es el elemento químico de símbolo I y número atómico 53, perteneciente al grupo 17 o de los halógenos, en la tabla periódica. Es un elemento que podemos encontrar tanto en su forma molecular, como de manera diatómica. Además el yodo es un oligoelemento y se utiliza en el campo de la medicina y la fotografía, así como también en algunos casos se usa como colorante. En el campo de la química, el yodo es el elemento halógeno menos reactivo. Al igual que el resto de los halógenos, el yodo también forma moléculas diatómicas, en éste caso el diyodo ( I2).

El yodo forma parte de numerosos compuestos, a pesar de ser el elemento con menor reactividad de su grupo. Posee algunas características propias de los metales, y sus estados de oxidación son -1,+1,+3,+5,+7.

A pesar de su uso, es el halógeno como menor abundancia, con tan sólo un 0.14 ppm de concentración en la corteza terrestre, sin embargo, en el agua de mar su abundancia es exactamente de 0.052 ppm.

En cuanto a su obtención, el yodo se consigue a partir de yoduros ( I^-), los cuales se encuentran presentes en el agua de mar, así como en las algas, o también en forma de yodatos partiendo de los nitratos del salitre.

En la obtención, cuando partimos de yodatos, cierta parte de ellos se reducen a yoduros, reaccionando el resto con los yodatos, con los que obtenemos el yodo como refleja la siguiente reacción:

IO3^- + 5I^- + 6H^+ → 3I2 + 3H2O

En cambio, cuando partimos de yoduros, estos se oxidan con el cloro, y el yodo que conseguimos se separa a través de la técnica de filtración. También podemos purificarlos posteriormente, a través de una reducción-oxidación con el cloro.

2I^- + Cl2 → I2 + 2Cl^-

El yodo puede ser preparado de una manera muy pura, al hacerlo reaccionar con el yoduro de potasio, o con sulfato de cobre entre otros.

El yodo posee 37 isótopos, y es un elemento químico, considerado esencial. En los seres humanos está presente en la glándula tiroides, la cual se encarga de la fabricación de hormonas como la tiroxina y triiodotironina. Ambas hormonas son esenciales para el crecimiento del sistema nervioso central en los neonatos, así como en los primeros años de la vida. Cuando la cantidad de yodo en la tiroides, es deficitaria, se produce bocio o mixedema, por lo que dicho elemento juega un importante papel biológico. Otro ejemplo de fallo en la salud debido al déficit de yodo, es si dicho déficit se produce en la etapa de la infancia, es probable la aparición del cretinismo, lo cual llevaría a un retraso físico y mental. En la etapa del embarazo también es esencial pues una carencia de dicho mineral puede llevar al aborto o a graves problemas formativos del feto, y así innumerables enfermedades o efectos indeseados nos provoca el déficit o ausencia de dicho elemento. Así, la ingesta diaria recomendada para un adulto medio es de unos 150 microgramos al día, independientemente del sexo. El yodo tiene una fuente natural en los productos marinos, como por ejemplo peces o algas. Es frecuente encontrar en nuestras casas la sal yodada, es decir, sal para consumo fortificada con yodo. Como en todas las cosas, los excesos tampoco son buenos, pues un exceso de yodo puede provocar alteraciones en el sistema inmunológico, mal funcionamiento de la glándula tiroides, aumento de la sed y el apetito, debilidad, nervios, problemas de corazón, y un largo etc.

Su estado normal es el sólido, posee un punto de fusión de 355.95 K, y de ebullición 475.4 K. El yodo es un elemento corrosivo, por lo cual hay que tener cuidado en su manejo, y en el contacto directo con la piel. También es irritante ocular cuando se trata con sus vapores, siendo igualmente peligroso para las mucosas nasales. Se debe tener especial atención el mezclar yodo con amoníaco, pues dicha unión da lugar a la formación del triyoduro de nitrógeno, el cual puede inesperadamente, explotar.