Propiedades del vanadio
El vanadio, es un elemento del grupo 5 de la tabla periódica, cuyo símbolo es la V, y tiene un número atómico de 23. Se trata de un metal blando, brillante y poco abundante. El vanadio se puede encontrar formando parte de distintos minerales y se utiliza principalmente en la composición de algunas aleaciones.
El nombre de vanadio deriva de Vanadis, diosa de la belleza en la mitología escandinava. Fue descubierto en 1801 por el científico español Andrés Manuel del Río, mientras este analizaba minerales de vanadinita, llamándolo inicialmente Erythronium. Fue años después, en 1831, cuando Nils Gabriel Sefström, redescubrió al metal, otorgándole el nombre por el cual lo conocemos hoy en día.
El vanadio, a pensar de ser un metal suave, con un color gris plata, sufre la formación de una capa de óxido entorno al metal que da estabilidad al elemento frente a las oxidaciones.
El vanadio puede encontrarse en diferentes organismos, siendo usado por algunos como centro activo de enzimas. Este presenta fuerte resistencia a las bases, y a ciertos ácidos, como el sulfúrico, y el clorhídrico. Se suele extraer de diferentes minerales, así como también de los petróleos. El vanadio también puede conseguirse a través del óxido de vanadio que proceden de la combustión. Para muchos seres vivos, el vanadio es un elemento esencial, aunque realmente aún no se conoce realmente su función en nuestro organismo.
Prácticamente entorno al 80% del vanadio que se produce es utilizado como ferrovanadio o lo que es lo mismo, viene usado añadido al acero en la aleación de formación de este, con la finalidad de mejorarlo. El vanadio también viene usado en los catalizadores en la producción de algunos compuestos, sobretodo el V2O5, o pentóxido de vanadio, que es muy utilizado también en la cerámica.
En los seres humanos, el vanadio se acumula en el organismo debido a la ingestión de comidas como el trigo, soja, aceite de oliva, huevos, etc., pero a pesar de ser esencial, cuando se ingieren cantidades muy alta de vanadio puede causar efectos sobre la salud, y cuando éste se acumula a través del aire, causa bronquitis o neumonías. Suele afectar a los pulmones, garganta, nariz, ojos, etc.
En cuanto al medio ambiente, suele encontrarse vanadio en las algas, plantas peces y otros invertebrados de diferentes especies. Por ejemplo, en los mejillones o cangrejos se suele acumular con frecuencia este elemento.
Este elemento provoca la inhibición de algunas enzimas animales, provocando efectos neurológicos adversos, o también daños respiratorios, problemas de hígado, etc.
El vanadio es duro a través de la adición de otros elementos como el hidrógeno, nitrógeno u oxígeno, pero a pesar de esto, es un metal quebradizo, el cual no se suele oxidar en frío cuando se encuentra en contacto con el aire, pudiendo resistir la corrosión, incluso aquella del agua de mar. En cambio, en caliente, éste se combina con el oxígeno, el cloro y el nitrógeno fácilmente.
Este elemento es soluble en ácidos, como el nítrico o el sulfúrico, pero es insoluble en clorhídrico, así como en hidróxido de sodio o alcohol, ambos diluidos.
El vanadio es capaz de formar diferentes óxidos con carácter ácido, siendo los más importantes el trióxido de vanadio, con su característico color verde fuerte, y el pentoxido de vanadio, con color naranja. Se forman también algunos otros compuestos importantes como por ejemplo el monosulfuro de vanadio, trisulfuro de vanadio, dicloruro de vanadio, ácido metavanádico, etc.