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Elementos radiactivos: El radio

Publicado por Ángeles Méndez

El radio, es un elemento químico altamente radiactivo, incluso más que el uranio. Su nombre deriva del término latino, radius, cuyo significado es, rayo. Su símbolo es Ra, y posee un número atómico de 88 que lo coloca en la serie química de los metales alcalinotérreos.

Su aspecto es de un metal blanco, el cual se torna de color negro cuando se expone al aire.

Dentro de los metales alcalinotérreos, el radio es el más pesado, y aunque químicamente hablando es bastante similar al bario, el radio es enormemente más radiactivo. Las radiaciones que emiten los preparados de dicho elemento producen tres tipos de radiaciones, es decir, las radiaciones alfa, beta y gamma. Además, dichos preparados son conocidos por conseguir mantener una temperatura diferente (más alta) a la del medio donde se encuentran.

El radio, posee un total de 25 isótopos distintos, existiendo cuatro de ellos en la naturaleza. Uno de los isótopos del radio más frecuente y común, es el radio-226, procede de la desintegración del U-238. Así, el Ra-226, se convierte en el isótopo del radio, más duradero pues su periodo de desintegración es de entorno a 1602 años, pasando a partir de ahí, a convertirse en el elemento, radón. El Ra-223, Ra-224, Ra- 226 y Ra-228, se forman a través de desintegración de otros elementos como puede ser el uranio o el torio. Otro de isótopos más duraderos del radio después del Ra-226, es el Ra-228, el cual es un producto procedente de la fisión de un isótopo del torio, el Th-232, con un periodo de desintegración que dura unos 6.7 años.

Antiguamente, a los productos que procedían de la desintegración del radio, se les conoció como Radio A, B, C, D, etc. En la actualidad se conoce que dichos isótopos, son isótopos, pero de otros elementos distintos al radio, como por ejemplo, el Radio A es polonio-218, o el Radio B, plomo-218.

El radio se obtiene a través de la descomposición de uranio, hecho por el cual, es un elemento que encontramos presente en las minas de uranio. En un principio, se conseguía a través de las minas de pechblenda, en Bohemia, República Checa. Después se consiguió en otras zonas, como en Colorado, pero las minas más abundantes en dicho elemento se encontraron en el Congo, en las minas que reciben el nombre del Alto Katanga, así como en Canadá, en la zona de los grandes lagos. Existen grandes depósitos de uranio en otras zonas, como Nuevo México, Australia, Utah, etc., de donde podemos obtener radio también a través de los residuos radioactivos que genera el uranio.

Cuando preparamos el metal del radio en estado puro, este posee un color brillante y blanco, pero como habíamos mencionado anteriormente, se oscurece cuando se encuentra en contacto con el aire, seguramente por la formación de nitruro. El radio es conocido también por su luminiscencia.

El radio fue descubierto por la conocida científica, Marie Curie, en el año 1898, gracias al mineral uranita, obtenido en la zona de Bohemia. Cuando Marie estudiaba el citado mineral, retiró el uranio de este, pudiendo descubrir, que el material que restaba aún era radiactivo. Finalmente, en 1902, Marie Curie, con la colaboración de Andre Debierne, aisló el radio puro en su metal a través de procesos de electrólisis en una solución de cloruro de radio, utilizando cátodos de mercurio, todo ellos en una atmósfera rica de hidrógeno.

Las propiedades altamente radiactivas que posee el radio, le han hecho ser práctico para algunas de sus aplicaciones más comunes, como por ejemplo, en el campo de los radioisótopos, aunque últimamente otros radioisótopos descubiertos (cobalto-60 y cesio-137), están haciendo que el radio sea sustituido también en este pequeño uso que se le hacía, pues los nuevos descubrimientos son más seguros para trabajar con ellos, e incluso más potentes si cabe.

En un principio se utilizo dicho elemento en pinturas, con la finalidad de hacerlas luminiscentes para diferentes fines, pero se comprobó con el tiempo, que muchos de los artesanos o personas que utilizaban estos tipos de pinturas en sus trabajos, murieron debido a las radiaciones, haciendo en parte que se iniciasen a temer popularmente, los efectos que podía provocar las radiactividad. A finales de la década de los 60, se utilizaba el radio todavía para realizar las esferas luminiscentes que poseen algunos relojes. Hoy en día se sabe, que los materiales pintados con este tipo de pinturas contenedoras de radio, deben ser manipuladas con suma precaución pues son altamente peligrosas. Estas pinturas han sido sustituidas por fosfatos y pigmentos que atrapan la luz, para poder así ser utilizados en los mismos objetos para los que se necesitaba la luminiscencia del radio. Se utilizaba en gran medida el radio antes de saber los males que causaba, de hecho se pensaba en el radio como un avance, y todo lo que contenía dicho metal significaba modernidad, en medicina por ejemplo, se utilizaba en una infinidad de medicamentos, cremas, masticables, etc. Existía un medicamento o remedio conocidísimo en la época, llamado Radithor, el cual no era más que radio con agua destilada. El Radithor era ese remedio contra todo mal, e incluso se brindaba con él.

Otro uso del radio es que, cuando lo mezclamos con el elemento berilio, se convierte en una gran fuente productora de neutrones, los cuales son útiles para experimentos en el campo de la física. También en el campo de la medicina tiene utilidad, pues el cloruro de radio viene utilizado en la medicina con la finalidad de obtener radón, un elemento de utilidad en los tratamientos contra el cáncer.