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Tensioactivos o emulgentes

Publicado por Ángeles Méndez

Los tensioactivos, también conocidos como emulgentes o emulsionantes, sobretodo cuando se utilizan en ámbito doméstico, son sustancias que intervienen a través de la tensión superficial en las superficies de contacto existente entre dos fases. En el ámbito doméstico, dicho término hace referencia a las sustancias utilizadas para realizar o mantener una emulsión, es decir, una mezcla de líquidos que no son miscibles.

Los tensioactivos están presentes en sustancias de tipo sintéticas que se suelen usar en la limpieza, ya sea para ropas (detergentes), en lavavajillas, en productos antipolvo, champús y geles, etc. Estas sustancias fueron creadas a inicios del siglo XX, y poco a poco han conseguido sustituir a los jabones tradicionales.

Las propiedades de los tensioactivos son conseguidas gracias a su estructura a nivel atómico. La composición de los tensioactivos consta de una parte hidrófoba y otra hidrófila, es decir, soluble en agua. Dicha composición o estructura hace que se las conozca como moléculas anfifílicas.

Cuando se ponen en contacto con el agua las moléculas se orientan con la parte hidrófuga sobresaliendo del nivel del agua en contacto con el aire, o también puede darse que las partes hidrófugas de distintas moléculas se dispongan formando burbujas donde las zonas hidrófugan se disponen en el centro, quedando así las partes solubles en agua en la periferia. Este tipo de estructuras reciben el nombre de micelas. Las micelas se consiguen a través de otras sustancias como por ejemplo el agua salada.

Los tensioactivos se suelen clasificar según su poder de disociación cuando se encuentran en presencia de electrolitos o también según sus propiedades químicas y físicas. Así podemos clasificarlos en iónicos o no iónicos. Dentro del grupo de los iónicos, dependiendo de las cargas podrán ser aniónicos, catiónicos o anfóteros. Los iónicos, los cuales poseen una gran afinidad por el agua, debido a la atracción electrostática que poseen orientada hacia los dipolos del agua suele llevar consigo a las soluciones de cadenas de hidrocarburos.

La limitación que poseen los jabones en lo referente a la limpieza ha impulsado la industria de los detergentes en la actualidad. Los detergentes son compuestos de gran variedad que cuando a estructura química se refiere, aunque las moléculas que forman a todos ellos poseen la característica de tener una cadena hidrocarbonada de tipo no polar, que son solubles en grasas y cuentan con un extremo polar, el cual si es soluble en agua. Estructuralmente hablando podemos clasificarlos en dos grupos:

-Sales sódicas de sulfatos de alquilo, los cuales derivan de alcoholes de cadena de tipo larga.

-Sales sódicas de ácidos alquilbencenosulfónicos con cadenas lineales, también llamados LAS, de sus siglas en inglés (Linear Alkylbenzene Sulfonates) o sulfonatos de alquilbenceno lineal.

Los detergentes funcionan de igual manera que los jabones, pero cuentan con una serie de ventajas que los jabones no tienen, por ejemplo, éstos son más eficaces cuando trabajan en aguas duras ya que sus componentes son solubles en agua. También, debido a ser sales de ácidos, producen soluciones de tipo neutras, pero en cambio los jabones aunque sean sales de ácidos débiles con bases de tipo fuerte, producen soluciones algo alcalinas.

Además, los tensioactivos se utilizan en otras industrias, como puede ser la droguería o la cosmética. En el caso de los tensioactivos aniónicos, estos suelen formar parte de los principales productos con acciones desengrasantes, como pueden ser champús, jabones destinados al lavado de manos, detergentes para lavadoras, lavavajillas, etc. Por otro lado, los tensioactivos catiónicos, suelen encontrarse presentes en acondicionadores, ya sea para uso personal, como en el caso de mascarillas para el pelo, o suavizantes para la ropa.