Ésteres
Los ésteres son sustancias químicas que derivan de los ácidos carboxílicos, a los cuales se les ha reemplazado el grupo -OH del grupo carboxilo por un grupo – OR. El grupo funcional que presentan los ésteres como característica principal se conoce como alcoxicarbonil. Algunos ejemplos de ésteres simples son el etanoato de etilo o acetato de etilo, y el propanoato de metilo entre otros.
Los ésteres presentan una menor solubilidad en el agua que la que presentan las sustancias ácidas, pero en cambio, los ésteres son mucho más volátiles. Los ésteres sencillos suelen ser sustancias químicas que cuentan con un olor o aroma agradable, además dan sabor y olor a numerosas frutas y flores, siendo éste el olor característico de los ésteres. Así por ejemplo, el acetato de ventilo (CH3-COO-C5H11), tienen un olor y un sabor característico a plátano, mientras que otros como el butanoato de metilo (C3H7-COO-CH3), nos presenta un sabor y aroma típicos de la manzana.
Por lo general, se hace frecuente encontrar numerosos grupos funcionales diferentes en una misma molécula. En la bioquímica, los ésteres son los productos resultantes de las reacciones que tienen lugar entre los alcoholes y los ácidos grasos.
Cuando se forma un éster, cada uno de los grupos hidroxilo (radicales OH) de los radicales de los alcoholes, se reemplaza por una cadena de ácidos grasos ( -COO). El hidrógeno que sobra para el grupo carboxilo, se une al OH que es sustituido, dando lugar a la formación de la molécula de agua (H2O).
En el mundo de la química orgánica, o también en la bioquímica, los ésteres son tratados como un grupo funcional que se encuentra formado por un radical de tipo orgánico que se encuentra unido a un residuo de un ácido oxigenado de cualquier tipo. Los éteres más comunes de encontrar son las grasas, es decir, ácidos grasos y éteres glicéricos.
En cuanto a la nomenclatura de los ésteres, ésta deriva del ácido y el alcohol de los cuales viene, así por ejemplo tenemos el acetato de metilo, cuyo nombre se conforma de dos partes, por un lado tenemos el nombre del acetato o etanoato, el cual procede del acético (ácido etanoico) y por otro lado la palabra metilo, que procede del metanol (alcohol metílico).
Para nombrar los ésteres, tenemos que tener en cuenta la raíz que indica el tamaño de la cadena carbonada, así por ejemplo, si la cadena cuenta con 2 carbonos, será etan-, si son tres será propran-. Seguidamente nos fijamos en el sufijo “oato”, el cual nos está señalando que la procedencia es la de un ácido carboxílico. Así por ejemplo tenemos el etanoato, el cual contará con dos carbono y procederá del ácido etanoico. La palabra terminal “alquilo”, nos indica de qué alcohol viene nuestro éster
Los ésteres actúan como captadores en los enlaces de hidrógeno, pero no pueden ser donadores, en cambio los alcoholes de los que proceden si pueden. Debido a esta característica, presentan propiedades de hidrosolubilidad. Dicha impotencia para donar enlaces de hidrógeno hace que no puedan existir enlaces de este tipo entre diversas moléculas de ésteres, lo cual les concede la propiedad de ser tan volátiles.