Ácidos grasos
Cuando hablamos de ácidos grasos estamos haciendo referencia a unos compuestos ácidos de tipo orgánico, que se encuentran constituidos por una cadena larga (se entiende por larga cadena, una cadena constituida por más de doce átomos de carbono) lipídico con un extremo donde se encuentra situado un grupo carboxílico. Los átomos de carbono de la cadena mencionada se encuentran enlazados a través de enlaces covalentes. Se dice que dichas cadenas pueden encontrarse saturadas o ser insaturadas.
Por lo general, los ácidos grasos se representan con la fórmula R- COOH; de donde R, representa al radical, es decir, la larga cadena carbonada. La gran parte de los ácidos grasos existentes en la naturaleza, cuenta con un número de carbonos par, debido a que proceden de la molécula de acetato, que cuenta con un total de dos átomos de carbono.
Además de su presencia en grasas y aceites, los ácidos grasos también desempeñan un papel crucial en numerosas funciones biológicas. Actúan como componentes estructurales de las membranas celulares, proporcionando la flexibilidad y la integridad necesarias para el mantenimiento de la forma y la función celular. También son una fuente importante de energía metabólica. Cuando se consumen en la dieta, los ácidos grasos se descomponen en el cuerpo para liberar energía.
En el caso de los ácidos grasos saturados, éstos solamente cuentan con enlaces de tipo simple que unen los átomos de carbono. La gran parte de los ácidos grasos saturados se encuentran en estado sólido en condiciones normales. Este tipo de ácidos grasos se encuentran muy presentes en las grasas procedentes de animales. Su fórmula general es: CH3-(CH2)n-COOH. Entre los ácidos grasos saturados más comunes encontramos el ácido butírico, el ácido palmítico o el ácido araquídico, entre muchos otros.
En cambio, cuando hablamos de ácidos grasos de tipo insaturado, nos referimos a cadenas formadas por la unión de carbonos gracias a enlaces de tipo doble, encontrándose diferente número de dichos enlaces dependiendo de si los ácidos son poli o mono insaturados, además dichos enlaces son siempre de la forma “cis”. Al contrario de lo que ocurre con los ácidos grasos saturados, los insaturados se encuentran en estado líquido en condiciones normales de temperatura. Debido a la forma cis de sus enlaces dobles, es frecuente que dichas cadenas posean cambios de dirección o codos justo donde se presente el enlace.
En el cado de existir más de un doble enlace, estos se encontrarán siempre separados por un mínimo de tres carbonos, nunca los encontraremos en carbonos vecinales.
Los ácidos grasos también son precursores de una variedad de moléculas bioactivas, como las prostaglandinas y los leucotrienos, que desempeñan un papel importante en la inflamación y la respuesta inmunológica. Los ácidos grasos esenciales, como los ácidos grasos omega-3 y omega-6, son necesarios para la salud humana, pero no pueden ser sintetizados por el cuerpo y deben obtenerse a través de la dieta.
Cuando se habla de diferentes aceites, ceras o grasas en general, nos encontramos frente a diferentes tipos de ácidos grasos, que se llaman así, precisamente por encontrarse en las grasas. En su mayoría son ésteres, y en el caso de que tengan procedencia de origen animal, dichos ésteres serán de glicerina o también llamado, glicerol. En cambio, las ceras, más bien son ésteres pero de ácidos de igual naturaleza, junto con un alcohol que sea diferente al glicerol. Los ácidos grasos pueden formar parte por lo general de unas tres o cuatro clases, y estas son, la clase de los ácidos saturados, el ácido oleico, y otras clases constituidas por ácidos insaturados.
Además, tanto los aceites como las grasas, tienen un contenido de ácidos grasos distintos, pudiendo llegar a ser de hasta 10 diferentes, lo que hace difícil su estudio. Dificultad que se ve agravada, porque en muchas ocasiones, además de encontrarse conformado por ácidos grasos diferentes, se encuentran entre ellos esteres de tipo mixto, por lo que en la actualidad existen numerosas aceites y/o grasas, de las que no se conoce su composición.
Los ácidos grasos se dice que son anfipáticos, lo que significa que poseen una zona apolar de tipo hidrófoba, y una zona polar de tipo hidrófila. Esta propiedad les permite interactuar tanto con sustancias solubles en agua como con sustancias solubles en grasa, lo que los hace esenciales para la formación de las bicapas lipídicas que componen las membranas celulares.