Química

Sustancias corrosivas

Publicado por Ángeles Méndez

corrosiveCuando hablamos de sustancias corrosivas, nos estamos refiriendo a sustancias que pueden provocar la destrucción de una superficie o cualquier otra cosa que entre en contacto con ella, así como crear un daño de tipo irreversible. Por supuesto, para las personas, este tipo de sustancias también son peligrosas, pues pueden dañar seriamente la piel, mucosas, ojos, o tejidos de manera más profunda, dependiendo de si la sustancia en cuestión ha sido ingerida, inhalada o simplemente ha entrado en contacto directo. Cuando nos exponemos y dañamos con este tipo de sustancias, se suele decir que hemos sufrido una quemadura química.

El termino corrosión, procede del latín, donde significa “ roer”, pues este tipo de sustancias parecen hacer eso, roer todo a su paso. A menudo se utiliza la palabra cáustica como sinónimo para citar a las sustancias corrosivas, aunque por lo general hace referencia más directa a las bases de tipo fuerte, sobretodo las tienen propiedades alcalinas, y no se utiliza para denominar a otro tipo de compuestos o sustancias como pueden ser los óxidos, ácidos o sustancias normalmente no alcalinas. Cuando se habla de “ácidos”, a menudo se piensa en sustancias corrosivas, por lo que, de manera errónea a estas sustancias se las suele conocer como agentes corrosivos.

Las sustancias corrosivas, en muy bajas concentraciones, suelen ser tan solo irritantes. La corrosión, independientemente de la superficie de la cual se trate, es un procedimiento diferente. No tenemos que confundir las sustancias corrosivas con las sustancias venenosas, pues las sustancias corrosivas suponen, de manera inmediata, un peligro para todo aquello que entre en contacto directo, sea de la forma que sea, en cambio, los venenos pueden actuar de forma mucho más lenta en el tiempo. De manera coloquial, los corrosivos se pueden denominar venenos, pero como ya sabemos, son conceptos totalmente diversos. Pero, sin embargo, no hay nada que impida que una sustancia corrosiva termine siendo un veneno, pues incluso hay sustancias que son corrosivas y a la vez venenosas, por sus efectos tóxicos además de corrosivos.

Los corrosivos más conocidos y comunes suelen ser ácidos o bases de tipo fuerte, o disoluciones que se encuentran en concentraciones altas de diferentes ácidos o bases débiles. Cuando estas sustancias actúan en tejidos vivos, lo hacen a través de los procesos de catálisis ácido-básica, de ésteres o por hidrólisis de compuestos de amida. Ya sean los ácidos o las bases corrosivas, estas tienen la capacidad de acabar con la piel, debido a que catalizan la hidrólisis de las grasas presentes en ella, las cuales a nivel químicos son ésteres. Las proteínas por otro lado, son amidas, las cuales también pueden sufrir procesos de hidrolización por la catálisis. Los ácidos y bases fuertes pueden conseguir la desnaturalización de las proteínas, a parte de poder perder hidratación de manera fácil, la eliminación de agua en el tejido puede ser de tipo exotérmica, así por ejemplo, el H2SO4 de tipo concentrado, puede crear quemaduras térmicas en diferentes tejidos, a parte de las quemaduras de tipo químicas que se producirán debido al calor que se genera debido a la reacción de perdida de hidratación que tiene lugar. Las sustancias oxidantes fuertes, como puede ser por ejemplo, H2O2 ( peróxido de hidrógeno) a modo concentrado, pueden también tener efectos corrosivos para los tejidos u otras sustancias, incluso encontrándose en zonas de pH neutro. Otros compuestos, como es el caso del HNO3, es un ejemplo claro de ácido de tipo fuerte, que además es un oxidante fuerte, por lo que cabe esperar debido al valor de su pKa, que sea un potente corrosivo.

Existen sustancias corrosivas específicas, como puede ser el caso del ácido fluorhídrico, el cual, en concentraciones pequeñas no posee olor, siendo un ácido de tipo débil, pero produce de iones fluoruro (corrosivo), después de haberse absorbido sin molestias dolorosas ni olor.

Existen diferentes clases de corrosivos, clasificados según el tiempo que tardan en provocar el daño, así por ejemplo, los corrosivos de clase “a”, son sustancias con alto poder corrosivo. En este grupo podemos encontrar a compuestos o sustancias que consiguen provocar necrosis en los tejidos de la piel en el punto donde se mantiene un contacto por un periodo relativamente corto de tiempo (menos de 3 minutos). Los corrosivos tipo “b”, son sustancias que actúan en el foco de la aplicación, en periodos de entre 3 y 60 minutos. Por último, las sustancias corrosivas tipo “c”, son aquellas que cuentan con un menos efecto corrosivo, pues pueden llegar a actuar hasta 4 horas, por lo que un contacto rápido no provocaría un daño significativo. En este grupo también se encuentran sustancias que aunque no son muy peligrosas para los serenes vivos, si lo son para superficies metálicas, acero, etc.