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Ácidos y bases en la vida cotidiana

Publicado por Ángeles Méndez

OLYMPUS DIGITAL CAMERANo se puede decir, que los ácidos y las bases nos sean sustancias extrañas, todos hacemos uso de ellas a diario, y no es de exclusivo uso en laboratorios como se podría llegar a pensar. Cotidianamente utilizamos sustancias cuyo uso precisamente radica en lo ácido o básicas que son. Por ejemplo podemos citar algunos alimentos u otras sustancias:

Frutas y alimentos de uso común: Muchos de estos alimentos contienen ácidos en su composición. Por ejemplo las naranjas, limones, pomelos y en general las conocidas como frutas cítricas contienen el ácido cítrico, de ahí su nombre. Otras frutas como es el caso de las manzanas contienen ácido málico. Si hablamos de los yogures, éstos contienen el famoso ácido láctico y otro alimento ácido por excelencia es el vinagre, el cual en su composición cuenta con el ácido acético. El butanoico (ácido butírico, es un componente típico en las mantequillas, o en alimentos grasos en general, tanto de origen animal como vegetal. El ácido tartárico forma parte de las uvas, y es el componente que le otorga esa característica acidez. Estos son tan sólo unos ejemplos, muchísimos alimentos más de uso diario, contienen ácido.

Además de los alimentos, también existen bebidas que contienen ácidos, como el café y el té, que contienen ácido tánico, o las bebidas carbonatadas que contienen ácido carbónico. Incluso el vino, que es una bebida alcohólica, contiene ácido tartárico y ácido málico.

– También es conocido el ácido clorhídrico el cual, junto a otras sustancias, lo podemos encontrar formando parte del jugo gástrico de nuestros estómagos, en donde realiza la función esencial de la digestión de los alimentos que ingerimos, y además también actúa activando enzimas digestivas. Se han hecho estudios que calculan que una persona adulta produce a diario entre dos y tres litros de jugo gástrico, con un pH ácido de entorno a 1,5, con una concentración del 0.4%.

Podemos hablar del origen de este ácido; el ácido clorhídrico resulta de reacciones metabólicas, que producen iones H+, los cuales pasan al estómago desde el plasma sanguíneo. A este paso se le conoce como transporte activo de sustancias, y se encuentra catalizado por enzimas. Por otro lado, al mismo tiempo, para que se mantenga una cierta neutralidad de cargas, en el mismo sentido se mueven iones Cl-, en una cantidad igual, lo que da a la formación del HCl. Al comer estimulamos la secreción de los iones H+, de los cuales por lo general, una pequeña proporción se reabsorbe en la membrana mucosa que se encuentra rodeando al estómago, llevando de nuevo los iones H+ al plasma. Sin embargo, la cantidad de ácido clorhídrico es mayoritario, excesivo, lo que genera molestias cuando existe un retorno masivo de iones. Estas molestias son las conocidas como acidez de estómago, que de manera momentánea suele reducirse con la ingestión de un antiácido, el cual hace que disminuya la concentración presente de iones H+. Algunas sustancias de este tipo neutralizan el exceso de HCl en el jugo gástrico.

– En cuanto a los productos de limpieza, es de uso común la utilización de sustancias con contenido en amoníaco ( NH3), el cuál es una base débil. Por otro lado, la sosa cáustica o el hidróxido de sodio, son bases fuertes que se utilizan con frecuencia para la limpieza de cañerías. Todos los productos por lo general, se encuentran muy concentrados, por lo que deben ser utilizados con precauciones.

Además, en la industria textil, se utilizan ácidos y bases para el teñido de telas. Los ácidos se utilizan para ajustar el pH de las soluciones de tinte, mientras que las bases se utilizan para neutralizar los ácidos y para fijar los tintes en las telas.

– Los productos de higiene corporal, como pueden ser los champús o geles de baño, suelen mostrarnos claramente el pH que contienen, pues la acidez que tengan estas sustancias pueden influenciar en la óptima salud de nuestra piel o cabello. El pelo se encuentra constituido por largas cadenas proteicas unidos por enlaces de diferentes tipos. Los enlaces más débiles son los de hidrógeno, pues simplemente se pueden romper al mojar el pelo, aunque por lo general se vuelven a formar cuando este se seca. Si un champú posee un pH menos que 4 o mayor de 8, afectaría en mayor o menor grado a las uniones que existen en la cadena de proteínas, sobretodo si el champú es fuertemente alcalino, lo que volvería al cabello quebradizo, eliminando la grasa protectora y deshidrataría el cuero cabelludo. Así pues, se recomienda un pH en torno al 5 para este tipo de productos. En general, las sustancias y productos para la higiene personal que sean muy alcalinos resecarán la piel.

Además, los ácidos y las bases también se utilizan en la industria cosmética. Por ejemplo, los ácidos se utilizan en los peelings químicos para exfoliar la piel, mientras que las bases se utilizan en los productos para alisar el cabello. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso excesivo de estos productos puede dañar la piel y el cabello, por lo que siempre se debe seguir las instrucciones del fabricante y consultar a un profesional si se tiene alguna duda.