Ácido sulfúrico
El ácido sulfúrico, es quizás uno de los compuestos químicos más famosos popularmente hablando, y esto puede que sea debido a su alto poder corrosivo que, erróneamente le da fama del típico ácido. Es el compuesto de la química más producido a nivel mundial, pues tiene infinidad de usos, al igual que tanta participación en diferentes síntesis y producción de tantos producto u otros compuestos químicos, de hecho es un medidor utilizado para saber la capacidad a nivel industrial que presenta cada país.
Su fórmula química es H2SO4. Además del nombre de ácido sulfúrico, recibe otras denominaciones más comunes como aceite, espíritu o licor de vitriolo, debido a la procedencia del mineral con dicho nombre, dicho mineral era considerado una sustancia muy importante y llegó a intentar usarse a modo de piedra filosofal. En condiciones normales se encuentra en estado de agregación líquido, presentando una apariencia oleosa, posee miscibilidad y es carente de coloración.
Por línea general, el ácido sulfúrico se suele producir a partir del SO2, a través de la oxidación de diferentes óxidos de nitrógeno presentes en disolución. Seguidamente se suelen realizar procedimientos que hacen que aumente la concentración ácida del compuesto.
La ácido posee una estructura de tipo piramidal, donde el átomo de azufre de encuentra situado en el medio de la estructura rodeado de los átomos de oxígeno que se colocan a los extremos vértices. Los átomos de hidrógeno por otro lado se unen a los oxígenos a través de un enlace de tipo doble. Según sea el tipo de disolución, dichos hidrógenos pueden ser disociados. Cuando se encuentra en presencia de agua, el ácido sulfúrico tiene un comportamiento de ácido fuerte, produciendo el hidrogenosulfato (anión), en la primera disociación, y un anión sulfato en la segunda disociación. Cabe destacar que este ácido en presencia contacto con el agua sufre violentas reacciones, con desprendimiento de calor.
El ácido sulfúrico se encuentra relacionado con Jabir ibn Hayyan, alquimista árabe. El descubrimiento de éste ácido se remonta al siglo VIII. En torno al siglo XIII, en Europa se fueron traduciendo los textos árabes que hicieron popular la forma de producción del ácido sulfúrico, que consistía en obtener la sustancia a partir de minerales, mezclando FeSO4 y CuSO4 con agua. Seguidamente se calentaba la mezcla de compuestos, los cuales se descomponían en FeO y CuO, produciendo agua y SO3, los cuales al combinarse se provoca una disolución de H2SO4. Ya en el siglo XVII, Johann Galuber, científico alemán, obtuvo ácido sulfúrico partiendo del quemado de azufre con KNO3. Según el nitrato potásico se iba descomponiendo, el azufre conseguía ir oxidando al óxido de azufre (VI), que al combinarse con el agua, daba lugar a la obtención del ácido sulfúrico. Este fue el método que se uso por vez primera para crear este compuesto a gran escala, aunque sufrió mejoras para obtener mayores concentraciones y hoy en día podemos encontrar este producto en diferentes concentraciones y purezas.
Hay dos métodos para producir el ácido sulfúrico principalmente: la obtención de ácido a través de cámaras de plomo y a través del procedimiento por contacto. El procedo más antiguo es el de las cámaras de plomo, aunque hoy en día sigue usándose sobre todo para producir fertilizantes, en cambio, gracias al proceso de contacto, se consigue un ácido concentrado y de alta pureza. En ambos procedimientos el SO2 se oxida y se disuelve en H2O.
Sin duda la rama de la industria que usa mayor cantidad de ácido sulfúrico, es la industria de los fertilizantes. Otros usos importantes son la participación del ácido en la refinación en la industria petrolera, en la fabricación de pigmentos, en la obtención de diferentes metales, en la industria de explosivos, detersivos, plásticos, etc. Otro uso importante, es como medio de reacción en la producción de otros compuestos químicos de tipo orgánico y en la industria petroquímica. Procesos menos comunes, también necesitan de la participación del ácido sulfúrico, como es el caso de la producción de algunos textiles, madera o papel.
El proceso de preparado del ácido sulfúrico resulta peligroso, sobretodo por el calor que se produce en el procedimiento. Es necesario que el ácido siempre sea vertido sobre el agua, y nunca de forma contraria, pues de este modo se puede aprovechar la capacidad calorífica que presenta el agua, pero en caso contrario, el ácido podría provocar salpicaduras y sería peligroso.