Reactor de fisión natural
Los valores de la masa atómica que usamos para los elementos, supone que la relación isotópica es constante. Pero, sin embargo, esto no siempre se cumple con exactitud. Por ejemplo, fueron variaciones en los valores de masa atómica del plomo, distintos valores para plomo de distintos lugares, los que llevaron al químico británico Sir Frederick Soddy, a deducir la existencia de isótopos. Recientemente, se determinó en una muestra de MENA de uranio, que tan sólo el 0.296% del uranio, era uranio 235, mucho menos que el valor “normal” de 0.720 %.
Esta diferencia podría parecer poco interesante, pero hizo que científicos de todo el mundo fueran a la mina de Okla, en Gabón (África Occidental). Sabemos que el isótopo U-235, se fisiona en forma espontánea para liberar energía y diversos productos de fisión.
Cuando los químicos y los físicos nucleares examinaron la composición química de la mena en cuestión, encontraron 15 productos de fisión comunes. Esto implicaba que en algún momento en el pasado había ocurrido una reacción nuclear en Okla.
La existencia de una reacción nuclear de tipo subterránea no podía decirse que era una prueba de alguna visita del espacio exterior o de civilizaciones pasadas, era más bien, el resultado de la composición primitiva del uranio en nuestro planeta Tierra.
El uranio 235 posee una vida media bastante más corta que la del U-238; es por ello que, la proporción de U-235, se encuentra bajando continuamente. Hace más de 2000 millones de años, cuando tuvo lugar la reacción nuclear de Okla, existía cerca del 3% de Uranio-235, en las rocas de Okla. Se cree que el agua de lluvia pudo lixiviar las sales de uranio, que se depositaron en cavidades en las que el uranio se encontraba lo bastante concentrado como para poder iniciar la reacción de fisión en cadena. Algo tan importante fue que el agua se uso como moderador del proceso, frenando los neutrones emitidos para que pudieran fisionar en cadena, llegándose a consumir unos 500 kilogramos de uranio- 235. Así respondíamos a la pregunta de quien o qué había consumido la cantidad de uranio que faltaba.
Este fenómeno natural, conocido como el Reactor de Oklo, es el único reactor nuclear natural conocido en la Tierra. El descubrimiento de este reactor natural ha proporcionado a los científicos una visión única de cómo se comporta el uranio durante la fisión nuclear a lo largo de millones de años. Los estudios de los productos de fisión y los isótopos de neptunio y plutonio en Oklo han proporcionado datos valiosos sobre la fisión nuclear y la formación de elementos pesados en la naturaleza.
El descubrimiento de la reacción antigua fue un hecho interesante para los científicos, químicos y físicos aunque no fue lo suficiente como para aparecer en las portadas de los diarios. Es algo espectacular encontrar este reactor, no fabricado con la mano del hombre sino a través de la contante acción de la naturaleza, llegándose incluso a producir 100 Kw. Este descubrimiento como ya hemos dicho, revolucionó el mundo de la física-química.
A pesar de que a dicho hecho se lo considera como único en su género, actualmente se sospecha que en la montaña de Yucca también existiese dicho tipo de reactor, debido a evidencias geológicas. Los científicos están investigando estas posibilidades y, si se confirman, podrían proporcionar más información sobre la fisión nuclear natural y su papel en la formación de elementos en la Tierra.