Química

Plutonio

Publicado por Ángeles Méndez

El plutonio es un elemento químico de tipo radiactivo, cuyo símbolo representativo es Pu y cuenta con un número atómico de 94, por lo que, a este elemento se le conoce también como elemento transuránico, nombre que se les da a todos los elementos químicos con un número atómico más alto de 92, es decir, que van más allá del elemento uranio.

El uranio forma parte del séptimo periodo de la tabla periódica, por lo que se dice que es un elemento metálico actínido, así pues su estado ordinario es el sólido. Presenta unos puntos de fusión y ebullición relativamente altos, siendo estos de 639 y 3232 ºC respectivamente. Su aspecto físico característico comienza por una coloración grisácea plateada, la cual tiende a tornarse más oscura cuando se encuentra en contacto o exposición con el aire, lo que crea una capa sin brillo en su superficie que nos indica que se ha oxidado.

El plutonio presenta seis formas alotrópicas y cuatro estados de oxidación diferentes. Puede tener reacciones con elementos tan variados como pueden ser el carbono, la familia de los halógenos o elementos como el nitrógeno o silicio. Cuando exponemos este metal transuránico al aire con carga húmeda puede formar con cierta facilidad compuestos hidruros y óxidos, que consiguen ampliar enormemente su volumen en más del doble, y a la misma vez se separa a modo de polvo, lo que puede hacer que se inflame espontáneamente. Se debe tratar con cuidado pues es un elemento radiactivo peligroso y tiende a acumularse en los huesos y nuestro organismo.

El plutonio es uno de los elementos más pesados si tenemos en cuenta su isótopo con mayor estabilidad, el plutonio-244, el cual cuenta con una vida media de 80 millones de años, lo que hace que sea posible poder encontrarlo en la naturaleza, aunque sea en cantidades pequeñas. El plutonio puede decirse que es un subproducto procedente de la fisión nuclear de reactores, de donde ciertos neutrones que son liberados en los procedimientos de fisión, consiguen convertir los núcleos del isótopo U-238 en el elemento que nos ocupa, el plutonio.

Uno de los isótopos del uranio con mayor utilidad es el Pu-239, el cual, al igual que le sucede al isótopo Pu-241, es fisible, es decir, que su núcleo sufre una división cuando se bombardea con neutrones, con resultado de liberación de teutones, y energía, así como radiación tipo gamma. Dichos neutrones pueden provocar una reacción de tipo nuclear que ocurra en cadena, de hecho se utilizan gracias a este hecho en reactores de tipo nuclear y armamento.

El plutonio se produjo sintéticamente por vez primera en el año 1940, por un equipo de científicos en la Universidad de California. Para ellos se bombardeó el isótopo de uranio-238 con un isótopo del hidrógeno, el deuterio. Con posterioridad a este hecho fueron encontradas pequeñas cantidades de plutonio en la naturaleza. Pero la primera vez que se sintetizó plutonio en cantidades considerables con fines prácticos fue en el conocido Proyecto Manhattan, en la II Guerra Mundial, lo que dio lugar a la creación de las primeras bombas de tipo atómico.

Uno de los científicos del equipo que sintetizó en la Universidad de California al Plutonio en los años 40 fue, Edwin McMillan, el cual con anterioridad había nominado al Neptunio, conocido como el primer elemento transuránico, por lo cual al elemento 94, debido a que era el siguiente de la serie, lo llamó plutonio en honor al planeta plutón, siguiendo así la serie de planetas, aunque se barajó también la idea de, entre muchos otros nombres, llamarlo ultimio, debido a que pensaban que era el último elemento que podría existir en la tabla periódica.

Tras la finalización de la II guerra Mundial, se llevaron acabo investigaciones médicas con este metal, las cuales fueron en muchos casos letales o con consecuentes mutaciones y graves efectos. El plutonio es un elemento tóxico, y tanto el metal en sí como sus compuestos son radiactivos y tienden a acumularse en nuestro organismo, sobretodo en la médula ósea, lo que puede dar lugar a graves problemas de salud. Además, el plutonio es un metal altamente inflamable, sobretodo cuando éste se parte o divide, o se encuentra expuesto a humedad, por lo que se hace difícil no sólo su uso y manipulación, sino también su almacenaje.