Química

Energía nuclear

Publicado por Ángeles Méndez

La energía nuclear, también llamada energía atómica, es la energía que es liberada ya sea de manera artificial o espontánea en las reacciones de tipo nuclear. Dicho término también hace referencia al aprovechamiento de dicha energía para otros fines, como pueden ser la obtención de energía térmica, eléctrica, etc. Partiendo de procesos nucleares, se puede obtener cantidades muy superiores a las que podemos conseguir por ejemplo a través de procesos químicos. Así pues, nos referimos a la energía nuclear, no sólo para hacer referencia a un proceso sino también a un concepto amplio, donde se ponen en práctica por el hombre las distintas técnicas y conocimiento de la utilización de dicha energía.

Las reacciones que producen dicha energía, tienen lugar en los núcleos de isótopos de algunos elementos químicos. Una de las reacciones más comunes es la llamada, fisión de uranio-235, reacción con la cual suelen funcionar los reactores de las plantas nucleares. Otra reacción famosa, es la fusión del deuterio-tritio, siendo la reacción más común en la naturaleza, así como en las estrellas. Pero para poder producir energía nuclear, pueden utilizarse muchos otros tipos de isótopos de distintos elementos, como son el torio, el plutonio, el polonio, etc.

Los dos procesos más utilizados para obtener energía nuclear aprovechable son la fisión y la fusión nuclear. Además, existen numerosas disciplinas científicas que trabajan con la energía nuclear, como por ejemplo la generación eléctrica dentro de las centrales nucleares, en medicina, o incluso en arqueología, donde se utiliza dicha energía para los análisis de datación de muestras.

La energía nuclear puede ser transformada de manera controlada a través de los reactores nucleares de las centrales con la finalidad de producir distintos tipos de energías, como la eléctrica o la térmica entre otras. Sin embargo, también puede ser transformada de manera descontrolada produciendo el conocido armamento nuclear.

A menudo también es utilizada la energía para las pilas o baterías de larga duración, a través de generadores termoeléctricos de radioisótopos (GTR), donde se consigue aprovechar los diferentes sistemas de desintegración de partículas para la generación de electricidad en sistemas conocidos como termopares, partiendo del calor que es traspasado por una fuente de tipo radioactiva.

La energía que se libera en los distintos procesos nucleares se manifiesta en forma de partículas subatómicas en movimiento, las cuales al frenarse en la materia provocan energía térmica. La energía térmica a su vez se transforma en energía mecánica a través de la utilización de unos motores específicos, conocidos con el nombre de motores de combustión externa, como por ejemplo son, las turbinas de vapor. Esta energía podrá ser usada para los transportes, o bien para generar electricidad en las centrales nucleares.

La característica principal que posee la energía nuclear es la calidad que posee la energía producida, si la comparamos con cualquier otro tipo de energía, pero en cambio, es destacable el poco aprovechamiento de los procesos nucleares, donde se llega a desaprovechar en torno a un 86 y un 92% de la energía liberada.

La energía nuclear genera la gran parte de nuestra energía eléctrica, con lo que se consiguen evitar las terribles emisiones de millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Además, con el uso de la energía nuclear también se consiguen evitar otros tipos de emisiones dañinas y contaminantes procedentes de los combustibles de tipo fósil. Por consiguiente también se reduce el uso de las reservas de los mencionados combustibles, pudiendo generar con poco combustible una mayor cantidad de energía en comparación, lo que evita elevar los costes.

A pesar de todas las ventajas y calidad que posee la energía nuclear, esta también posee considerables inconvenientes que no la hacen tan ideal como parece, pues el riesgo de contaminación en el caso de fallos en las centrales o de algún accidente es enorme. Además los residuos radiactivos que se producen son bastante difíciles de almacenar o de deshacerse de ellos, pues continúan activos por un largo tiempo.

No hay que menospreciar como inconveniente o desventaja, los altos costes que implica tanto la fabricación como el mantenimiento de una central nuclear. Y desgraciadamente, dicha energía puede ser utilizada también con otras finalidades menos pacíficas, y convertirse en un verdadero peligro para la humanidad.