Química

Sulfato de amonio

Publicado por Mónica González

El sulfato de amonio es un compuesto químico cuya fórmula es (NH4)2SO4. Es una sal compuesta por el anión sulfato y el catión amonio.

El sulfato de amonio puede ser usado para precipitar proteínas plasmáticas y de esta manera separar globulinas de albúmina. Las globulinas precipitan en presencia de esta sustancia, siendo posible re-disolverlas posteriormente para continuar su estudio.

Otro uso importante del sulfato de amonio es como fertilizante.

El sulfato de amonio se produce mediante distintos procedimientos, que se basan todos en la misma reacción, donde el amoníaco reacciona con ácido sulfúrico.

2NH3 + H2SO4 => (NH4)2SO4

Una de las formas más frecuentes de obtención de este compuesto es poniendo en contacto vapores de ácido sulfúrico y amoníaco, en reactores a altas temperaturas. La sal formada precipita en el fondo del reactor.

En su uso como fertilizante, se aplica directamente sobre el suelo, cumple muy bien la función de fertilizante de “inicio”, al momento de la siembra. Este eficiente en todo tipo de suelos y cultivos, sobre todo en suelos calizos y alcalinos, por su efecto acidificante. Su presentación es en forma granular y su estabilidad química es buena, lo que facilita su mezcla con otros fertilizantes  y su aplicación manual.

Dada su presentación en forma granular fina, hace que tenga tendencia a compactarse una vez que se ha ensacado, si está almacenado durante mucho tiempo.

El nitrógeno aportado al suelo mediante sulfato de amonio, es absorbido por las plantas, influyendo positivamente sobre el desarrollo de raíces, follaje y tallos.  El nitrógeno aportado en forma de amonio es la manera menos susceptible a pérdidas por lavado, desnitrificación y volatilización.

El azufre también es muy importante para el desarrollo adecuado de los cultivos, ambos elementos son fundamentales en la formación de proteínas vegetales y clorofila.  El azufre aportado en forma de sulfato es la única forma inmediatamente disponible para las plantas.

El sulfato de amonio resulta útil como fertilizante para una gran variedad de cultivos: forrajes, pastos, alfalfa, hortalizas (cebollas, ajo), cereales (trigo y cebada) y gramíneas (maíz, sorgo y caña de azúcar).

Se puede mezclar con otros fertilizantes, como urea, fosfato de amonio, sulfato de potasio, cloruro de amonio, gracias a su estabilidad química.