Amigdalina
Vitamina B17 (letril o amigdalina)
La vitamina b17 es una de las más polémicas para la comunidad científica. Producida a partir del carozo de durazno, la B17 hasta hoy, no ha sido aceptada como tratamiento para el cáncer en la mayor parte de los Estados Unidos, siendo legalizada en 14 estados. Según algunos especialistas la B17 puede ser venenosa debido a la presencia de cianuro.
Ayuda en el control y el combate al cáncer, dando más resistencia al organismo.
Se la puede encontrar en pequeña cantidad en las almendras de los carozos de albaricoque, en la manzana, cereza, durazno, ciruelas y en la nectarina.
Vitamina B17 – amigdalina – combate al cáncer
La vitamina B17, amigdalina, está compuesta por dos moléculas de azúcar, una de benzaldehído y otra de ácido cianhídrico.
Beneficios
Posee propiedades específicas de prevención y control del cáncer.
Enfermedades causadas por su deficiencia
Puede generar una menor resistencia al cáncer.
Fuentes Naturales
En las almendras, en los carozos de albaricoque, manzana, cereza, durazno, ciruela, nectarina, damasco, en la alfalfa, germen de soya, alforfón, entre otros.
Información adicional
Puede ser un preventivo o un auxiliar en el tratamiento del cáncer. SIEMPRE COSULTE A SU MÉDICO, NO SE AUTOMEDIQUE.
Compuesto por 4 moléculas, 2 azúcares, 1 benzaldehído, 1 grupo cianuro.
Solo el cianuro, es mortal si es ingerido, pero al estar el ligado a un segundo elemento químico (benzaldehído) pasa por nuestro tracto intestinal sin provocar daños al organismo.
La molécula de la vitamina B17, amigdalina, cuando entra en contacto con una célula cancerosa, se rompe y el elemento tóxico ataca directamente a la célula cancerosa, actuando como si fuera una quimioterapia orientada (tiro al blanco).
El componente químico que proporciona la ruptura de la molécula, se llama Beta-Glucosidasa, la cual envuelve la célula cancerosa.
Una célula cancerígena, posee 3000 veces más Beta-Glucosidasa que una célula normal.
Una persona con cáncer se debe alimentar de una gran cantidad de semillas de albaricoque, aliado a la ingestión de vitamina C y vitamina E, así como vitamina B17 inyectable.
La cura del cáncer, Vitamina B17
El autor del libro se llama Phillip Day (un periodista) que recolectó información e investigó en artículos con investigadores, las causas del cáncer. Lo que el descubrió fue algo importantísimo; de que la causa del cáncer está en la falta de vitamina B17 en nuestro organismo, encontrada en la semilla de algunas frutas y que la “industria del cáncer” lo sabe y ha hecho todo lo posible por esconder la información.
El muestra estudios realizados por un investigador americano, Dr. Krebs, que aisló en los años 50, la vitamina B17 lo que el denominó como Laetrile.
Descubrió que esta vitamina poseía una molécula en que uno de los elementos era altamente tóxico, cianuro.
Lo que Krebs descubrió es fantástico y se resume en que cada vez que una molécula de vitamina B17 entra en contacto con una célula cancerosa, la rompa y el elemento tóxico (cianuro) la ataca directamente, actuando directamente sobre el problema.
La vitamina B17 se encuentra en el interior de la semilla de algunas frutas (durazno, ciruela, cereza, nectarina, manzana y principalmente en el albaricoque – 2,5% de su peso total-).
Krebs indica a toda persona que padece de cáncer a ingerir una gran cantidad de estas semillas de albaricoque por día (de 20 a 40/día), aliado a la ingestión de vitamina C (10mg) y vitamina E y paralelamente vitamina B17 inyectable. NO DEJE DE CONSULTAR A SU MÉDICO.
Para la prevención del cáncer bastan 6 semillas al día. Lo que es interesante directamente es que ya en 1930 un grupo de estudios en USA llevó al congreso americano un informe que afirmaba que los alimentos consumidos por la población no eran suficientes para la reposición de todas las vitaminas y sales minerales que nuestro organismo necesita.
Se atribuyó esto al suelo empobrecido, por los plantíos en régimen de monocultivo, latifundios de gran escala, etc. Y por este informe se pedía que se le exigiera a los productores enriquecer su tierra con abonos adecuados u ofrecerle a la población suplementos alimenticios en forma de vitaminas de forma gratuita.
En ese momento (1930) el congreso desestimó el estudio y jamás lo desarchivó y los motivos fuera de toda especulación, pueden estar a la vista viendo la enorme cantidad de suplementos alimenticios que las farmacéuticas venden anualmente y por los cuales las personas pagan.