Líquido iónico
Un líquido iónico es el que está constituido únicamente por iones. Dentro de este grupo están las sales cuya temperatura de fusión está por debajo de 100°C. Muchos de ellos están compuestos por un gran catión orgánico y un anión inorgánico pequeño.
Al principio, este tipo de compuestos fueron desarrollados para ser usados como electrolitos, gracias a su escasa volatilidad, alta estabilidad frente a aumentos de temperatura y punto de fusión bajo. En los últimos tiempos, se ha considerado el uso de los líquidos iónicos como una clase nueva de disolvente.
Los líquidos iónicos están conformados por iones grandes y asimétricos, en consecuencia las fuerzas que los mantienen unidos son más débiles que las sales iónicas más comunes.
En las siguientes figuras observamos la estructura y los nombres de los cationes y aniones más usados para la formación de líquidos iónicos.
<strong><em>Cationes. </strong></em>
<strong><em>Aniones.</em></strong>
<strong>Características de los líquidos iónicos</strong>
* Baja temperatura de fusión (se encuentran en estado líquido a temperatura ambiente).
* Es capaz de actuar como disolvente de sustancias polares, no polares, orgánicas e inorgánicas.
* No volatilizan con facilidad, dado que su presión de vapor es casi cero.
* Gran estabilidad a altas temperaturas.
* Calor específico elevado.
* No son inflamables ni corrosivos.
* Incoloros.
* Densidad elevada.
* Buenos conductores de electricidad.
La principal utilidad de estos líquidos, es que pueden sustituir a los disolventes orgánicos convencionales en procesos de separación y reacciones bifásicas.
Se han utilizado líquidos iónicos en la fabricación de pinturas, en las cuales cumplen la función de mejorar las propiedades de secado, la apariencia y el secado de la misma.
Algunos de estos líquidos tienen baja toxicidad en los seres vivos, y buena biodegradabilidad, por lo que su utilización en la industria tendría escaso impacto sobre el medio ambiente.
Al ser poco volátiles, estos líquidos disminuyen las emisiones atmosféricas propias de los disolventes orgánicos convencionales. Además son reutilizables, otra ventaja para el medio ambiente, ya que se disminuye la cantidad de residuos.
De todas maneras, hay que considerar que estos líquidos, al tener cierta solubilidad en agua podrían contaminar la misma y causar problemas ambientales, es por esto que se debe elegir con cuidado el catión y el anión, para conseguir la combinación que tenga menor toxicidad y sea más biodegradable.
Algunos estudios han demostrado que líquidos iónicos basados en cationes como imidazolio y pirimidina han afectado organismos de caracoles, ratas y peces, afectando su equilibrio y movimientos y enlenteciendo su crecimiento. Aparentemente la toxicidad de estos compuestos aumenta cuando la cadena alquílica del catión es más larga.