Escalas, sensibilidad, lecturas e interpolaciones
Las medidas deben ser realizadas por instrumentos, o métodos cuyas lecturas o resultados pueden reproducir múltiplos o submúltiplos de la unidad requerida. La escala de ese instrumento o método es entonces algo fundamentalmente adaptable a la propia medida.
Por ejemplo para la evaluación de la masa de un barco, se puede utilizar cualquier instrumento con escala de orden de magnitud de 100 kg con sensibilidad de 1 kg, la cual servirá para evaluar la masa (peso) de personas adultas, pero sin lugar a dudas, no se aplicará a la medición de monedas.
Así, además del orden de magnitud, la escala debe presentar divisiones que permitan la lectura de sus fracciones. Dependiendo de cómo esas divisiones son presentadas, una lectura más o menos certera de esas fracciones podrá ser realizada.
Y a eso nos referimos cuando hablamos de sensibilidad del instrumento. Por ejemplo existen balanzas cuyas divisiones son cada 100 gramos y otras se dividen cada 1 gramo o menos. Una lectura entonces podrá ser realizada (generalmente por aproximación), como 8100 gr. u 8200 gr. e inclusive (cuando no coincida con una de esas divisiones y quede entre ellas), como 8150 gr.
A este tipo de evaluaciones se les denomina evaluaciones por interpolación. Obviamente esta interpolación no debe exprimir una información aún más detallada, como 8145 gr, pues eso requeriría que la escala se presentase con sensibilidad (intervalos) de 5 gr. o como máximo 10 gr. (para la lectura de interpolación entre 8140 gr. y 8150 gr.)
Es muy común que sean presentadas, en instrumentos electrónicos, lecturas automáticas, ciertamente sujetas también a un límite.
Por ejemplo, en una balanza que provea lectura en kilogramos, pero con la información de un algoritmo después de la coma (esto es, con sensibilidad de 0,1 kg), las lecturas de 8,1 Kg u 8,2 Kg serán posibles alternativas para una medida.
Mediciones por debajo de los 8150 g serán dadas como 8,1 kg, así como aquellas por encima de ese valor aparecerán como 8,2 Kg.
El instrumento simplemente no llega a la información de una lectura más refinada, pero la de interpolación podrá hasta ser referida, cuando el mostrador estuviese alternando los valores 8,1 y 8,2.
Por otra parte, la sensibilidad instrumental no es sinónimo de su calidad o capacidad discrminativa de la medida, esto es, de la exactitud y precisión con que ellas puedan ser tomadas, pero tan solamente, se refiere al interés de la información.
Para medir la masa de una persona basta frecuentemente, la información sobre ella está dada en centigramos, dejando de existir interés por expresiones que llegan a miligramos, aunque la balanza sea adecuada para tal.
De cualquier forma, cómo reaccionará el mostrador a una medida precisa de 8150 g? El equivalente, como clasificar una lectura de 173,5 cm si los requisitos de estudio exigen que todos aparezcan en números enteros de esa subunidad (173 o 174)?
La respuesta es arbitraria: el valor (aproximado para menos o para más) será establecido por una convención, una programación del instrumento por ejemplo: en caso de la medida coincidentemente en la mitad entre las que posiblemente interesan, la aproximación será dada para la del algoritmo mayor.
Obviamente la regla seguirá para todas las demás condiciones similares.