Etanol: propiedades y síntesis
El etanol es un compuesto químico que también se conoce bajo el nombre de alcohol etílico, el cual es un líquido sin color ni olor, bastante inflamable que posee un punto de ebullición en torno a 78ºC.
Su fórmula es CH3-CH2-OH, tratándose del principal producto que forma parte de la composición de las bebidas alcohólicas, incluyendo el vino, con un porcentaje de alrededor de un 13%, pero puede superar el 50% en numerosos tipos de licores.
El etanol, como ya hemos mencionado, es un líquido incoloro, y altamente volátil, que está presente en la mayoría de las bebidas fermentadas. Desde antaño se producía etanol a través de la fermentación anaeróbica y posterior destilación de las disoluciones que contenían en su composición azúcar y levadura.
Según el tipo de bebida alcohólica que contenga el etanol, éste se encontrará acompañado de diversos elementos químicos, que le proporcionan olor, sabor, etc.
Cuando el etanol se necesita para uso industrial, se suele sintetizar a través de hidratación catalítica de etileno junto con ácido sulfúrico, que participa como catalizador. El etileno es un compuesto derivado del etano o también de nafta (que es un derivado del petróleo). Una vez sintetizado, se obtiene una mezcla compuesta por etanol y agua que deberá ser purificada posteriormente mediante diferentes procesos. Se suele decir que este tipo de proceso es menos costoso que la fermentación tradicional, aunque en la actualidad solo represente a un total del 5% de la producción mundial de etanol.
La fermentación del etanol desde antiguo se realiza partiendo de la fermentación anaeróbica de azúcares junto a levadura, cuando se encuentran estos en una disolución acuosa, a través siempre de destilación. Siempre su principal uso ha sido la fabricación de bebidas alcohólicas.
En la actualidad existen diversos tipos de materiales para producir etanol a gran escala y de manera biológica, es decir, obtención de bioetanol, a través de:
Sustancias con gran contenido en sacarosa, como pueden ser la caña de azúcar, remolacha, etc.; sustancias con gran contenido en almidón, como es el caso del maíz, la patata o también la yuca; sustancias con gran contenido en celulosa, como pueden ser la madera y diferentes residuos de tipo agrícola.
De todos estos, el proceso que parte del almidón es el más complejo, ya que éste debe ser hidrolizado con anterioridad para poder convertirlo en azúcares. Para dicho proceso se debe mezclar el vegetal previamente triturado con el agua, y una enzima o en caso contrario, un ácido, calentamos toda la mezcla a unos 150ºC, y seguidamente se cuela la masa obtenida, siguiendo un proceso conocido como escarificación, para después enviarlo a los reactores donde se fermentará.
El etanol tiene diversas aplicaciones, pues además de usarse en la cocina, o como bebida alcohólica, se usa en muchos y diversos sectores industriales, farmacéuticos, cosméticos, perfumería, como disolvente, anticongelante, desinfectante, y un largo etc.
En la industria química, el etanol viene utilizado como compuesto del cual parte la síntesis de numerosos productos, como por ejemplo el acetato de etilo, el cual es utilizado como disolvente.
Cabe destacar el uso de este compuesto químico como combustible, ya sea industrial o doméstico. Estudios aseguran que el uso de etanol como combustible en automóviles reduce enormemente, casi en un 85%, la producción de gases de tipo invernadero.
En cuento a las propiedades físicas del etanol, podemos destacar su estado de agregación, que es líquido, su apariencia, la cual es incolora, así como su masa molar, que es de 46.07 g/mol. En cuanto al punto de fusión y ebullición, sus valores son de -114.3 ºC y 78.4 ºC respectivamente.
De sus propiedades químicas podemos destacar la acidez, que es de un 15.9 y su miscibilidad.