Origen de los combustibles fósiles
En la actualidad, el 90% de la energía que consumimos procede de los combustibles fósiles, como son el carbón, el petróleo y el gas natural; todos ellos tienen un origen común en los animales y las plantas que vivieron en nuestro planeta hace millones de años.
La fuente original de la energía que se asocia a estos combustibles es la energía del sol que, al incidir sobre plantas verdes y a través de un proceso de fotosíntesis, transforma el dióxido de carbono de la atmósfera, así como el agua en hidratos del carbono, como es el caso de la glucosa.
6 CO2 (g) + 6 H2O (l) → (luz solar y clorofila) → C6H12O6 (s) + 6 O2 (g)
Dicho proceso es de tipo endotérmico, con una ΔH de 2.803 kJ en el cual se almacena energía que se recuperará posteriormente en la combustión de la glucosa o de sus derivados como la celulosa, que es un material estructural de las plantas, el cual consiste en miles de unidades de glucosa unidas entre sí.
El carbón es un combustible de tipo sólido, el cual tiene su origen en los helechos gigantes y otros tipos de plantas que vivían en el período Carbonífero, hace unos 300 millones de años. Dichas plantas, fueron cubiertas de tierra y, al encontrarse bajo la presión y el calor, en presencia de microorganismos, se produjo la eliminación parcial del oxígeno y del hidrógeno quedando un residuo cada vez más rico en carbono. Al transcurrir el tiempo (estamos hablando de millones de años), este residuo se fue transformando en distintos tipos de carbón, que van desde la turba, pobre en carbono, pasando por el lignito (que tiene un 32% de carbono), la hulla (con un 70% de carbono), hasta llegar a la antracita, la cual cuenta con un 80% de carbono.
El petróleo y el gas natural por su parte, se formaron, fundamentalmente, partiendo de los animales y as plantas que vivían en las zonas marinas con poca profundidad, hace más de 250 millones de años. Dichos animales y plantas, fueron depositándose en el fondo de los océanos, quedando enterrados en los sedimentos de lodo. Debido a la descomposición bacteriana, y al encontrarse sometidos a altas presiones y temperaturas, las moléculas vegetales y animales se fueron convirtiendo en depósitos de petróleo y de gas natural, los cuales fueron almacenándose en las rocas sedimentarias con poros y de tipo permeables, como por ejemplo, las areniscas.
El gas natural se encuentra compuesto principalmente por metano (un 85% aproximadamente), y de pequeñas cantidades de etano y propano. El petróleo crudo, es un líquido de consistencia viscosa formado por una mezcla de diferentes hidrocarburos con cadenas de longitudes variables, saturadas y no saturadas, cíclicos y aromáticos, lineales y ramificados. Su composición se ve variada dependiendo la región de la cual se obtenga. En el proceso de refinado, de cada barril de petróleo crudo (unos 160 litros), se puede obtener un 44% de gasolinas, un 10% de combustibles para la aviación, queroseno y aceites combustibles.