Reactividad del sodio
El sodio, es un elemento químico perteneciente al grupo de los metales alcalinos, dentro del cual, es el más importante. Se representa bajo el símbolo Na, y posee un número atómico de 11.
El sodio, después del cloro, es el elemento químico más abundante en el agua marina. Las sales de sodio se encuentran en el agua del mar, así como también en lagos salados, y manantiales de aguas minerales. Las sales con mayor importancia son el cloruro de sodio, carbonato de sodio (también conocido comúnmente como sosa), el borato de sodio (bórax), nitrato de sodio y sulfato de sodio.
El sodio es un metal reactivo, suave y con un bajo punto de fusión ( 97.8 ºC), y posee una densidad relativa a 20ºC de 0.97. Este metal reacciona rápidamente con el agua, e incluso es capaz de reaccionar con facilidad con hielo o nieve, produciendo en todos los casos hidróxido de sodio y desprendiendo hidrógeno.
Cuando exponemos al aire a este elemento en su forma metálica cuando está recién cortado, éste pierde su apariencia de color plateado, tomando un color grisáceo sin brillo, debido a la formación de una capa que lo recubre de óxido de sodio.
A pesar de ser muy reactivo, el sodio no es capaz de reaccionar con el nitrógeno, ni siquiera cuando se expone a altas temperaturas, pero en cambio, si puede reaccionar con el amoniaco, dando lugar a la formación de amidas de sodio. El Hidrógeno y el sodio, reaccionan por encima de los 200ºC de temperatura, para formar el compuesto hidruro de sodio.
Sin embargo, el sodio con el carbono reacciona con bastante dificultad, si es que consigue reaccionar, cosa que no hace en todos los casos, pero en cambio, con el grupo de los elementos halógenos si que consigue reaccionar, y además también lo hace con ciertos halogenuros metálicos, con la finalidad de dar un metal y cloruro de sodio.
El sodio no reacciona con los compuestos del carbono conocidos como, hidrocarburos parafínicos, pero consigue formar una serie de compuestos de adición con compuestos como el naftaleno, u otros compuestos de tipo aromático policíclicos, o como es el caso de los aril alquenos.
Con los alcoholes, el sodio produce una reacción muy similar a la que tiene con el agua, pero por lo general, bastante menos rápida. Una de estas reacciones necesita la condensación de un par de compuestos orgánicos que contengan elementos halógenos en su estructura, al éstos haber sido eliminados. Otro tipo de reacción consiste en reemplazar el halógeno por el mismo sodio, para así obtener compuestos conocidos como organosódicos.