Química

Los seres vivientes y los cuerpos inertes

Publicado por Mónica González

Son varias las semejanzas que se observan entre los seres vivientes y de los cuerpos inertes.

Vamos a tratar aquí de algunas de ellas:

  • Los seres vivos están formados de materia. Esta materia a su vez, se halla constituida por moléculas y las moléculas por átomos. Y estos átomos son los mismos que forman parte de los cuerpos inertes. Además, es importante destacar que tanto en los seres vivos como en los cuerpos inertes, la materia se encuentra en constante movimiento y cambio, aunque a veces este movimiento no sea perceptible a simple vista.
  • Las relaciones mutuas entre estos átomos son también iguales en todos los sistemas. Los átomos para formar las moléculas, se unen por medio de unos enlaces perfectamente determinados y estudiados. Pues bien los enlaces que se han encontrado en los seres vivos son de las mismas características que los ya conocidos por la química en sus estudios sobre los cuerpos inertes. Es más, la forma en que estos enlaces se rompen y se forman nuevamente es similar en ambos casos, lo que demuestra la universalidad de las leyes químicas.
  • La energía es producida de forma similar por los seres vivos y los inertes. Lo hacen frecuentemente a través de un proceso químico llamado oxidación, consistente en la unión o combinación de una substancia con el oxígeno, lo que es lo mismo, en la extracción de electrones de una sustancia. La oxidación es una reacción que libera energía. La respiración de los seres vivos, consistente en la absorción del oxígeno del ambiente, produce una oxidación al combinarse el oxígeno con los alimentos y se libera energía. La oxidación rápida recibe el nombre de combustión. Un ejemplo es el fuego. Además, en ambos casos, la energía liberada se utiliza para realizar trabajo, ya sea para mover un objeto en el caso de los cuerpos inertes, o para realizar funciones vitales en el caso de los seres vivos.
  • La combinación de materia y energía da origen a las máquinas. Algunas máquinas simples como las palancas, formadas por elementos inertes también se encuentran en los seres vivos, especialmente en el aparato locomotor de los animales. El paso, el salto, la carrera, etc. se realizan por un complejo sistema de palancas. Además, los seres vivos son capaces de realizar tareas complejas y coordinadas, al igual que las máquinas más avanzadas.
  • En general, todas las leyes físico químicas se ven cumplidas y confirmadas en los seres vivos. La tierra por ejemplo atrae lo mismo a un ser vivo que otro inerte. Caen en el espacio de la misma manera, y si hay alguna diferencia ésta vendrá dada por la forma y no por el tipo de sistema. Durante mucho tiempo se creyó que la bioquímica o química de los seres vivos era totalmente distinta de la de los seres inertes. Se creía también que los cuerpos vivos estaban dotados de una misteriosa “fuerza vital” que los hacía diferentes a los demás. Todas estas ideas se derrumbaron cuando en el año 1828 el químico alemán Wohler  consiguió fabricar una substancia, la urea, que entra en la composición de la orina y cuya elaboración se creía exclusiva de procesos vitales internos de los propios seres vivos. Posteriormente, el gran desarrollo de la física y de la química han terminado de aclarar todas las dudas.

Diferencias entre el sistema biótico y los sistemas inertes

Las diferencias entre el sistema biótico y los sistemas inertes son mucho más complejas y profundas. El más sencillo ser vivo es de una complejidad tal, que resulta poco menos que imposible pretender explicarla en un breve espacio. Sin embargo, una de las diferencias más notables es la capacidad de los seres vivos para reproducirse y evolucionar. Mientras que los cuerpos inertes permanecen esencialmente iguales a lo largo del tiempo, los seres vivos están en constante cambio y adaptación a su entorno.

El sistema biótico está formado de subsistemas y estos de otros aún menores. Las relaciones entre ellos con sus diferencias de funciones y categorías, complican notablemente este estudio. A pesar de lo cual, intentaremos analizar algunas de estas diferencias más notables en futuros artículos. Por ejemplo, los seres vivos tienen la capacidad de responder a estímulos del ambiente, una característica que no se encuentra en los cuerpos inertes. Además, los seres vivos tienen un ciclo de vida definido, que incluye etapas de crecimiento, reproducción y muerte, algo que no se observa en los cuerpos inertes.