Química

Ácido carmínico

Publicado por Ángeles Méndez

El ácido carmínico es una sustancia química utilizada como un colorante natural (rojo y derivados). Esta sustancia se extrae de insectos, sobre todo de la cochinilla (Dactylipius coccus), que crece en plantas de penca. Esta sustancia colorante se utiliza para dar coloración a cosméticos (pintalabios color carmín por ejemplo), y en la industria de la alimentación, bajo la denominación E-120, empleado para colorar bebidas, u otros alimentos. A menudo se sustituye por el E-124, pero no hay que confundirse, ya que este último es de origen artificial.

El nombre de ácido carmínico como palabra tiene origen en la lengua árabe y persa, donde se conoce como Kermes, que es el sustantivo que da nombre a un fruto (baya) de color rojo. Estudios y hallazgos aseguran que el uso de la cochinilla u otros insectos para la obtención del colorante se llevaba a acabo desde la Edad de Hierro, encontrándose fósiles que así lo aseguran.

La estructura química del ácido carmínico es compleja, y su fórmula molecular es C22H20O13. Aparece en estado de agregación sólido, con una masa molar de unos 492,39 g/mol, pero tiene una buena solubilidad en agua, de ahí que se pueda encontrar el colorante en estado líquido o gel.

El colorante se produce cuando se unen la sustancia que se extrae del insecto, la cual es incolora, con un metal, que puede ser por ejemplo el aluminio o el calcio en algunos casos. Todo depende de la posterior aplicación que vaya a tener, pues por ejemplo se utiliza amoníaco mezclado con la sustancia extraída cuando se va a utilizar el colorante para bebidas.

La primera vez que se sintetizó este compuesto colorante, fue en el año 1991. Para obtener el color carmíneo como pigmento, se mezcla el ácido con aluminio. Previamente se deben desecar los insectos de la cochinilla (con 1kg de cochinilla se pueden crear unos 50 g. de colorante carmín), y poner agua con algo de H2SO4 a ebullición. El ácido pasará a disolverse, y seguidamente precipitará al añadirle cal y un tipo de sulfato (alumbre), lo que hará que estructuralmente el ácido carmínico se una al ion aluminio formando un quelato a modo de ligando, dando lugar a una sustancia con una estructura compleja.

El ácido carmínico se usa junto con al ácido acético (en un porcentaje mayor que el de colorante), para conseguir ver proteínas en el campo de la biología molecular. Así en los laboratorios en general, también se utiliza este ácido en los procedimientos que necesitan coloración, siendo un colorante altamente usado, pues es de fácil decoloración.

El pasado siglo, el principal lugar de producción y elaboración a nivel mundial, fueron las Islas Canarias, pero en la actualidad la producción mayoritaria se encuentra situada en Perú, aunque también sigue produciéndose en Chile, Canarias ( España), Ecuador, etc.

El ácido carmíneo como colorante natural es utilizado en la industria de la alimentación como aditivo, además de en la industria farmacéutica y cosmética. Quizás se el colorante que posee unas características más favorables tecnológicamente hablando, pero desgraciadamente, debido a su elevado precio y coste de producción, cada vez se utiliza en menor medida. Aún así, sigue utilizándose para dar una tonalidad roja, o rosada en helados, mermeladas y confituras, bebidas, yogures, productos derivados de la carne, derivados lácteos, etc.

Como todos los colorantes, puede provocar reacciones alérgicas a ciertas personas, además puede ser restringido para personas que sigan ciertas dietas en las que no puedan ingerir alimentos de origen animal.