Química

Miscibilidad

Publicado por Mónica González

Miscibilidad es la habilidad de dos o más sustancias líquidas para mezclarse entre si y formar una o más fases, o sea, mezcla es el conjunto de dos o más sustancias puras. Cuando dos sustancias son insolubles, ellas formas fases separadas cuando son mezcladas.

El mejor ejemplo conocido de esto es la mezcla de aceite y agua.

Por otra parte, el agua y el alcohol etílico son solubles en cualesquier proporciones, en tanto que algunas otras combinaciones de sustancias son parcialmente solubles; por ejemplo, si colocamos sal de cocina en agua, mas allá de una cierta cantidad, parte de la sal se precipita al fondo del recipiente en forma sólida.

Más allá que este ejemplo sea de una solución, no deja de ser un tipo de mezcla, en este caso, heterogénea, pues el exceso de sal no reaccionó con el agua.

La solubilidad es en parte una función de la entropía y por ello, es vista más usualmente en estados de la materia que son más entrópicos.

Los gases se solubilizan casi inmediatamente, en tanto que los sólidos raramente son solubles por completo.

Dos excepciones útiles a esta regla son las soluciones sólidas de cobre con níquel (el cuproníquel, usado en monedas y especialmente en cañerías) y las de silicio con germánio (usadas en electrónica).

Sustancias con entropía configuracional extremadamente bajas, especialmente polímeros, difícilmente se disuelven entre si, aunque estén en estado líquido.

Esto quiere decir que no se puede jamás confundir “mezclar” con “disolver”.

El agua y el aceite se mezclan (mezcla heterogénea), pero no se disuelven.

La solubilidad no depende apenas de la entropía, pues si fuese verdad entonces, la mayoría de las sustancias serían solubles, pero esto no sucede en realidad y la solubilidad depende de otros factores (temperatura, presión, interacción molecular, etc)

En los compuestos iónicos, existen dos factores antagónicos (la energía de la red cristalina y la energía de hidratación).

La energía de la red cristalina está relacionada con la disposición de los iones en estado sólido (ellos forman un retículo cristalino en el cual las atracciones son de naturaleza electroestática y regidas por la Ley de Coulomb), esto es, directamente proporcional al producto de las cargas de los iones e inversamente proporcional al cuadrado del radio iónico.

La energía de la red cristalina “trabaja” contra la disolución de un compuesto iónico, en tanto la energía de hidratación “trabaja” para favorecer la solubilidad del mismo en agua y esta se relaciona con la fuerza del ión dipolo.