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Los Fotoiniciadores

Publicado por Mónica González

Los fotoiniciadores son aquellos elementos aromáticos, arílicos que son mucho más sensibles a la energía radiante que otros, como los monómeros, que es una molécula de masa molecular muy pequeña y que unida a otros monómeros forman enlaces químicos y oligómeros que forman enlaces químicos al igual que los monómeros, pero sólo si se unen a moléculas diferentes entre sí. Los fotoiniciadores, además son elementos no saturados.

Las moléculas de este elemento se descomponen al recibir radiante, ya que la absorción de la misma se logra en el mismo fotoiniciador. Es decir, es un elemento que tiene la capacidad de absorber energía luminosa y transformarla en química, llevando a cabo una reacción, que transformará componentes solubles y líquidos en un componente insoluble y resistente.

Debido a las características a las que responden los fotoiniciadores, son empleados para varias tareas, entre las que podemos incluir que se usa para recubrir superficies ya que brindan un excelente acabado  y al ser naturales, no se utilizan compuestos que puedan resultar nocivos para el hombre.

En la industria de la pintura es muy común el uso de los fotoiniciadores, ya que gracias a las propiedades que brinda una resina de este tipo a los materiales que se utilizan para pintar, se puede lograr una capa de pintura mucho más grande y resistente a rayones o a golpes que en el caso de que se utilice una pintura común.

El uso de calor para derretir las resinas y activar los fotoiniciadores, además sirve como fuente de secado, reacción a la que también aporta muchas propiedades el componente fotoiniciador, absorbiendo la energía calórica, generando una reacción química que produce el esparcimiento de los fotoiniciadores que al momento del secado forman una capa dura, impermeable y resistente.

Gracias a todo lo que antes venimos mencionando, una capa de pintura que esté compuesta por fotoiniciadores, tarda sólo segundos en secarse y se trabaja con una pintura de alrededor de los 50 grados centígrados en el caso de que sean pinturas líquidas, o en su defecto, hablamos de las pinturas en polvo, de una temperatura que va desde los 80 a los 130 grados centígrados.

Generalmente, el curado que se utiliza para las pinturas que contienen fotoiniciadores, es el de la radiación ultravioleta. En caso de que sea un elemento tridimensional, como se lo llama, existen aplicadores de pintura que trabajan en diferentes ángulos para poder llegar así a toda la figura, en caso de que se trabaje con un objeto plano, se puede utilizar el aplicador estático.

Estas dos innovaciones, han marcado un hito en la historia de la industria de las pinturas, sumados a los fotoiniciadores.