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Etanol y bebidas alcohólicas

Publicado por Ángeles Méndez

El etanol es un compuesto químico, también conocido como alcohol etílico. Dicho alcohol tiene un aspecto líquido e incoloro, siendo bastante inflamable y volátil, contando con un punto de ebullición de unos 78ºC. El alcohol etílico es  miscible con el agua en cualquier tipo de proporción.

Su fórmula química es CH3-CH2-OH, y es el componente principal de todas las bebidas alcohólicas, como por ejemplo el vino, que contiene como media un 13% de alcohol, o la cerveza, con un 5% de etanol. En el caso de los licores, la concentración de etanol se eleva hasta un 50%.

Desde antiguo se conseguía etanol a partir de la fermentación de tipo anaeróbica, es decir, en ausencia de oxígeno, en una disolución formada por azúcares con presencias de levaduras, que posteriormente pasaban por procesos de destilación. Según el tipo de bebida alcohólica que contenga etanol, éste se presenta junto a diferentes elementos químicos, que consiguen dotar a la bebida de diferentes colores, sabores, olores, u otro tipo de características específicas.

El etanol es un importante componente dentro de las bebidas alcohólicas. La fermentación es un proceso químico que se encuentra catalizado por diferentes tipos de enzimas de las levaduras. En dicho proceso, las complejas moléculas que forman los azúcares y carbohidratos, se transforman en etanol y dióxido de carbono, a través de la siguiente reacción:

C6H12O6 (glucosa) → 2 C2H5OH + 2 CO2

De este modo se elaboran bebidas como las cervezas o el vino. Cuando el vino tiene una concentración de alcohol en torno al 13 %, el proceso de fermentación se detiene debido a que la levadura deja de realizar su función, para de actuar.

Hay también muchísimas otras bebidas, como por ejemplo la ginebra, el whisky o el vodka, las cuales presentan unas concentraciones de etanol que, por lo general, se encuentran en el intervalo de 40-50 %. Dicho tipo de bebidas se preparan a través de procesos de destilación, donde junto al etanol, se consiguen destilar otras fracciones que otorgan un característico sabor a las bebidas. Un tratamiento erróneo o inadecuado podría permitir la presencia del metanol, el cual es un alcohol bastante peligroso, pues nuestro organismo transforma en metanal y ácido metanoico que afecta a la retina de nuestros ojos, provocando la ceguera.

En nuestro organismo el etanol se procesa a través de una enzima del hígado, el ADH, transformándola en un principio en etanal, a la vez que otra encima, lo cambia a ácido etanoico. La enzima ADH suele ser por lo general más abundante en los hombres que en las mujeres, y en algunas razas, como la japonesa, los niveles son aún más bajos que los nuestros, por lo que toleran de peor manera las bebidas alcohólicas. La capacidad de eliminar el etanol es limitada, y aunque en bajas cantidades da un efecto estimulante, en cantidades altas se provoca una pérdida de autocontrol.

Un consumo excesivo y a largo plazo de bebidas alcohólicas puede provocar adicción y daños en el hígado de tipo irreparables.

El etanol a demás de formando parte de las bebidas alcohólicas, se aplica en diferentes sectores de la industria, como en la industria farmacéutica y cosmética, en ambientadores, perfumes, como disolvente, anticongelante, desinfectante, en procesos de síntesis de diferentes productos, como combustible, etc.