Química

Analgésicos

Publicado por Ángeles Méndez

Los analgésicos son medicinas utilizadas para reducir o eliminar los dolores de diferentes tipos. Analizando la palabra analgésico, por una parte an- significa no, y algia, dolor, por lo que nos indica la utilización que debemos dar a este tipo de medicamentos. Generalmente la palabra analgésico se utiliza para referirse a todo mecanismo que consiga aliviar los dolores, pero son un grupo de fármacos.

Los analgésicos se pueden clasificar en varios grupos:

  • Analgésicos antiinflamatorios no esteroideos: Este grupo, también conocido bajo las siglas AINE, son un grupo de fármacos de tipo heterogéneo, cuyo representante principal y más conocido popularmente es la aspirina. Los antiinflamatorios de tipo no esteroideos trabajan inhibiendo a unas enzimas llamadas ciclooxigenasas, las cuales son esenciales para la correcta producción de prostaglandinas, sustancias que actúan propagando o mediando el dolor. A parte de las propiedades analgésicas, y antiinflamatorias también actúan como antipiréticos o antiagregantes de plaquetas. Como punto negativo de este grupo podemos destacar que no se debe superar una cierta dosis pues existe peligro de hemorragia.
  • Analgésicos opiáceos menores: Son un grupo de medicamentos, donde la mayor para de ellos son de origen sintético.
  • Analgésicos opiáceos mayores: Son un grupo donde la mitad de ellos con de origen natural, como por ejemplo es el caso de la morfina, y la otra mitad de ellos son de origen artificiales, como es el caso del fentanilo. Este tipo de analgésicos trabajan sobre los receptores opioides del sistema nervioso, los cuales se sitúan en las neuronas. Son los analgésicos más fuertes y potentes que se conocen. Se suele potenciar su acción al usarlos junto a los AINE. Este tipo de opiáceos no presenta lo que se conoce como techo terapéutico, es decir, no hay que restringirse en una dosis concreta, si no que ésta se va aumentando en función de la respuesta del paciente, y la presencia de dolor que éste manifieste. Como punto negativo destacar que entran dentro del grupo de sustancias consideradas estupefacientes, las cuales deprimen el sistema nervioso central casi desde el principio del tratamiento.

Dentro de los analgésicos se suelen incluir un grupo de fármacos conocidos como adyuvantes, que no son analgésicos propiamente dichos, pues cuando se administran solos de manera aislada, no actúan como analgésicos, pero cuando se combinan con éstos, hacen que aumente la acción del medicamento. Estos tipos de fármacos los podemos clasificar en:

  • Corticoides
  • Antidepresivos
  • Anticonvulsivantes

También es importante incluir dentro de los analgésicos, al conocido placebo (efecto placebo), el cual consiste en aliviar el dolor sin tratamiento, al activar ciertas áreas del cerebro encargadas al alivio del dolor. Sin embargo, la utilización de placebo en tratamientos de dolor no suele realizarse pues no es del todo ético.

La aspirina, está considerado como un analgésico suave, a la vez que eficaz para bajar la fiebre, como antiinflamatorio, antirreumático, o en la prevención de la formación de coágulos sanguíneos en las arterias, entre otras cosas. Esta se prepara a través de la acetilación del ácido o-hidroxibenzoico, o ácido salicílico.

En ciertos casos, la aspirina provoca reacciones de alergia, además de problemas de estómago, es por ello que se han ido desarrollando otros tipos de analgésicos con menor número de efectos secundarios o intolerancias, para sustituir a la aspirina.

Los derivados de los p-aminofenoles presentan propiedades similares a las de las aspirinas, aunque no poseen propiedades como antiinflamatorios. El más comercializado es el llamado, paracetamol (N-acetil-p-aminofenol), el cual no daña a las mucosas gástricas, siendo especialmente indicado como antipirético (para bajar la fiebre) en bebés (bajo el nombre de apiretal).

También el ibuprofeno es otro de los analgésicos que en un principio no presentan muchos problemas secundarios, consiguiendo además aliviar los síntomas de la artritis.